León exige futuro y justicia social
León ha vuelto a tomar las calles este 1 de Mayo. Más de un millar de personas (1.300 según fuentes oficiales) se congregaron en la capital leonesa para conmemorar el Día Internacional del Trabajo, pero también para lanzar un grito de auxilio. La marcha, convocada por los sindicatos UGT y CCOO, reclamó la puesta en marcha de un Plan de Emergencia de Inversión Pública que revitalice una provincia cada vez más castigada por el desempleo, el deterioro de infraestructuras y la falta de industria.
“León vive un drama y una falta de recursos importantes por parte de todas las administraciones”, denunció Enrique Reguero, secretario general de UGT en León. El dirigente sindical subrayó la necesidad de “recuperar la actividad y el pulso de hace décadas” y señaló que su organización trabaja con los gobiernos central y autonómico para rescatar proyectos relegados al olvido.
Llamamientos a la unidad social y política
Elena Blasco, secretaria general de CCOO en León, hizo un llamamiento amplio: “Hay que desarrollar el Diálogo Social para corregir desigualdades”. Sus críticas también se dirigieron al tejido empresarial, al que acusó de bloquear la negociación colectiva, con miles de trabajadores en espera de avances laborales. “La provincia tiene futuro, y ese futuro tiene que ser próspero, económica y socialmente hablando”, defendió.
Bajo el lema ‘Proteger lo conquistado, ganar el futuro’, la manifestación también sirvió como homenaje a los cinco mineros leoneses fallecidos en la mina de Cerredo. “No se puede dar un paso atrás después de tanta lucha y represión sufrida por generaciones anteriores”, expresó Reguero.
Derechos en riesgo y promesas pendientes
La preocupación por los retrocesos sociales planeó sobre toda la jornada. En un clima internacional complejo, con presiones neoliberales que “odian la democracia, la libertad y a la clase trabajadora”, el líder de UGT insistió en que “hoy, más que nunca, la clase trabajadora tiene que estar unida”.
Uno de los puntos de fricción actuales es el anteproyecto de ley para implantar la jornada laboral de 37,5 horas, bloqueado en el último Consejo de Ministros debido a un apagón informático. Reguero reclamó transparencia y apostó por una empresa pública de electricidad. Advirtió además que los grupos parlamentarios que se opongan a la medida “tendrán que explicar por qué no están con la clase trabajadora”.
"León necesita ganar en derechos"
El alcalde de León, José Antonio Diez, se sumó a la marcha y defendió la necesidad de “proteger lo que ha sido tan difícil de conseguir” ante “las amenazas de la ultraderecha y la política global”. Remarcó las dificultades del mercado laboral leonés y pidió que las empresas “defiendan los derechos laborales, que también benefician a su propia rentabilidad”.
Por su parte, Javier Alfonso Cendón, secretario general del PSOE leonés, alertó de que “la derecha y la extrema derecha ponen en jaque muchos de los avances sociales”, como la revalorización de las pensiones, el salario mínimo o el ingreso vital. También anunció la próxima presentación de un decreto para blindar a trabajadores y empresas ante las consecuencias de la guerra comercial iniciada por Estados Unidos con su nuevo arancel energético.
“Una vez más, el Partido Popular y la extrema derecha buscan excusas para dejar de lado a los ciudadanos, pero no lo vamos a permitir”, concluyó Cendón.