Scayle refuerza su liderazgo científico con nuevas líneas de investigación en biocomputación y humanidades
El Centro de Supercomputación de Castilla y León (Scayle), adscrito a la Consejería de Movilidad y Transformación Digital, ha celebrado recientemente la reunión de su Comisión Ejecutiva y Patronato, donde se ha hecho balance de las actividades realizadas durante el primer semestre de 2025. El encuentro ha servido también para definir las nuevas líneas estratégicas de investigación, que marcarán el rumbo del centro en los próximos años.
Entre las decisiones más destacadas, el patronato ha aprobado la creación de dos grandes áreas de trabajo científico que englobarán todos los proyectos activos del centro: una línea orientada a humanidades y ciencias sociales, y otra dedicada a la biocomputación y el ámbito tecnológico.
Con esta reorganización, Scayle da un paso firme hacia la especialización y consolidación de su oferta investigadora. Según se ha destacado durante la reunión, esta apuesta permitirá abordar con mayor eficacia proyectos punteros en ámbitos como la inteligencia artificial, la modelización molecular y la simulación climática.
Expansión tecnológica y creciente impacto nacional
El crecimiento del centro se refleja no solo en la diversificación de sus áreas de investigación, sino también en la ampliación de su capacidad de supercomputación, que le posiciona como un referente nacional en ciencia y tecnología de alto rendimiento.
En este sentido, se ha subrayado que Scayle continúa fortaleciendo su papel en bioinformática, computación cuántica y ciberseguridad, campos donde ya ha consolidado colaboraciones con varias universidades y centros de investigación españoles.
Además, se ha evidenciado un aumento del uso de los recursos del centro por parte de otras universidades nacionales, lo que demuestra su creciente peso como infraestructura científica de interés estratégico para todo el país.
Nueva sede: sostenibilidad, eficiencia y tecnología
Uno de los hitos más relevantes de cara al futuro inmediato será el traslado de Scayle a su nueva sede, cuyas obras avanzan "en los plazos previstos", según se ha informado a los miembros del patronato. La previsión es que esta fase constructiva finalice antes de que concluya el presente año 2025.
Tras la finalización de la infraestructura, comenzará una compleja fase de migración de las instalaciones actuales a la nueva ubicación. Este futuro espacio convertirá a Scayle en un centro de referencia en sostenibilidad, eficiencia energética y tecnología de vanguardia, ya que contará con un Centro de Procesamiento de Datos (CPD) de alta disponibilidad, preparado para afrontar los desafíos científicos de las próximas décadas.
Balance económico positivo
Durante la sesión del patronato también se han aprobado las cuentas anuales correspondientes a 2024, ejercicio que cerró con un superávit de financiación. Según han remarcado los responsables del centro, "todos los parámetros económicos muestran una clara tendencia positiva", lo que permite afrontar los nuevos retos con solvencia y estabilidad presupuestaria.
Scayle, con sede actual en León, refuerza así su papel como motor científico y tecnológico de Castilla y León, y como plataforma de alto impacto para el conjunto del sistema nacional de I+D+i.