Motor, calor, riesgo, velocidad: La Bañeza desborda
La Bañeza volvió a convertirse este fin de semana en la capital española del motociclismo urbano. Durante dos días, calles, plazas y balcones fueron auténticas tribunas para miles de aficionados llegados desde todos los puntos de España y de otros países, dispuestos a vivir de cerca una cita que combina deporte, tradición y fiesta.
El calor no frenó el entusiasmo: bajo un sol implacable, más de 50.000 espectadores llenaron las aceras para seguir unas carreras que demostraron por qué el Gran Premio bañezano es una de las competiciones más especiales del calendario nacional.
Compromiso sin fisuras
El éxito de esta 64ª edición no se entiende sin el trabajo conjunto del Moto Club Bañezano, el Ayuntamiento de La Bañeza —principal patrocinador—, otras instituciones y una ciudadanía que se vuelca año tras año. Meses de preparación dieron como resultado un evento seguro, organizado y de altísimo nivel, tanto en los entrenamientos del sábado como en las carreras del domingo.
El consistorio y la organización agradecieron especialmente la labor de los voluntarios y el personal de apoyo, cuya implicación es clave para mantener el prestigio de esta cita.
Las carreras: emoción y grandes nombres
Bruno Capín domina en Eurotwins. Desde la primera vuelta, Capín impuso un ritmo inalcanzable. Aunque Hugo González llegó a rozar el adelantamiento en la última vuelta, un error de trazada le dejó en segunda posición. David García Bango completó el podio.
Sergio Fuertes, leyenda viva
En Clásicas 2 Tiempos, el piloto valenciano volvió a demostrar por qué es el rey de este circuito, sumando su duodécimo triunfo en La Bañeza. Su único perseguidor, Espi, se vio obligado a abandonar tras una caída. Desde la salida, García marcó un ritmo imparable que dejó sin opciones a Adrián Hermida y Hugo Lacunza.
Miguel Ángel Fernández, nuevo rey de Moto3/GP125
La carrera reina tuvo un claro protagonista. Fernández mejoró su segundo puesto del año pasado con una victoria contundente, vueltas por debajo de 1:10 y un dominio que le llevó incluso a doblar al noveno clasificado. Marco Díaz y Aitor Cremades completaron el podio.
Turismo, tradición y motor
El Gran Premio no solo es velocidad. Es un escaparate turístico y cultural que llena hoteles, bares y comercios, proyectando el nombre de La Bañeza mucho más allá de Castilla y León. El ambiente en las calles, la hospitalidad de sus vecinos y la tradición que envuelve a cada curva hacen que esta prueba sea única.
El Ayuntamiento lo resumió en un mensaje: “Queremos que todos los que nos visitan se sientan como en casa y vivan una experiencia para recordar”.