El Racing apaga el sueño copero de una gran Ponferradina en el último suspiro
La Ponferradina dijo adiós a la Copa del Rey en un partido lleno de giros, impulsos y lamentos. El Toralín asistió a una eliminatoria marcada por el desacierto local y la pegada cántabra: el Racing de Santander se llevó el billete a la siguiente ronda con un gol de Aldasoro en el minuto 119, cuando todos se preparaban mentalmente para los penaltis.
El 1-2 final castiga a una Deportiva que generó ocasiones suficientes para sobrevivir al KO, pero que no logró transformar sus mejores minutos en el marcador. Antes, Arana había adelantado al Racing y Pau Ferrer firmó el empate para empujar el partido hacia una prórroga que terminaría siendo fatal para los bercianos.
Un arranque plano que dio paso al sobresalto
Nafti revisó la pizarra con cambios anunciados: Andrés Prieto regresó a la portería y Pau Ferrer apareció como referencia ofensiva. En un primer acto de contención y respeto mutuo, apenas hubo sobresaltos. El Racing tuvo más posesión, sí, pero sin profundidad real; la Deportiva aguardó su oportunidad a la contra… que nunca terminó de aparecer.
La primera mitad se marchó sin manchas en los guantes de Andreev ni Andrés.
Arana golpea, la Ponfe responde
El guion se rompió tras el descanso. En diez minutos, el Racing lanzó dos advertencias y a la tercera llegó el premio: un disparo desde la frontal de Fuentes golpeó involuntariamente en Arana, descolocó a Andrés y firmó el 0-1.
Lejos de bajar los brazos, la Deportiva creció. Nafti movió banquillo, dio entrada a Cortés y Borja Vázquez, y este último lideró la jugada del empate: conducción larga, pase al segundo palo y toque de oportunismo de Pau Ferrer para el 1-1 en el 68’.
Con el empate, el partido se desató. Xemi tuvo el 2-1 tras un pase filtrado, y poco después Cortés desperdició un mano a mano que ya olía a remontada. No acertar en esos dos momentos acabó siendo una condena.
Un partido y tres claves
La prórroga, un ejercicio de resistencia
El tiempo extra arrancó torcido para la Deportiva con la expulsión de Keita en el 96’. Aun así, el equipo resistió gracias a dos intervenciones salvadoras de Andrés, que sostuvo al grupo cuando el Racing olió sangre.
La ocasión más clara fue local: un pase de la muerte de Cortés que Vasco no consiguió dirigir entre palos. Fue la gran bala desperdiciada.
Y cuando ya se veía el horizonte de los once metros, llegó el mazazo. Fuentes puso un centro tenso desde la derecha y Aldasoro apareció en el segundo palo para empujar el 1-2 que silenció El Toralín y entregó la eliminatoria al Racing.