Ariel Rot y Quijano: montaña y leyendas sobre el escenario
Riaño ha vuelto a latir al ritmo de la música en vivo gracias a la VIII edición de Música en la Montaña, un evento que ha vuelto a colmar expectativas con una asistencia multitudinaria y dos actuaciones de lujo. La cita, organizada por la Fundación Patrimonio Natural, se ha consolidado como una referencia cultural del verano en la montaña leonesa.
El emblemático escenario ubicado en la ronda de Santander ha vuelto a cobrar vida con un montaje espectacular: una gran estructura, 6.000 watios de luz y 60.000 watios de sonido, reforzada por pantallas laterales que acercaron cada gesto y cada nota a los miles de asistentes repartidos en la explanada.
Ariel Rot, puro rock al atardecer
El encargado de abrir el cartel fue el mítico Ariel Rot, que pisó el escenario a las 21:00 horas. El público, entregado desde el primer acorde, disfrutó con su nuevo show En Vivo Mucho Mejor 2025, una vibrante combinación de clásicos y temas recientes cargados de energía y autenticidad. Rot, con su habitual carisma y virtuosismo, repasó una carrera que ha marcado generaciones con Tequila, Los Rodríguez y sus exitosas aventuras en solitario.
El músico argentino no defraudó: guitarra en mano, fue tejiendo una velada con tintes de homenaje al rock en español, donde no faltaron guiños a Calamaro, riffs inolvidables y letras que resonaron entre montañas. El broche de su actuación fue una ovación cerrada que anticipaba otra hora mágica.
Café Quijano: la elegancia hecha bolero y pop rock
A las 23:00, el relevo lo tomaron Manolo, Óscar y Raúl Quijano. La formación leonesa volvió a jugar en casa con todo el calor del público. Su directo —cuidadoso, potente y muy emocional— repasó los grandes éxitos que marcaron sus inicios, como La Lola o Desde Brasil, y recorrió su más reciente trabajo, Miami 1990.
La mezcla de bolero moderno y pop rock convirtió la noche en una experiencia envolvente. El carisma de los tres hermanos, combinado con una producción impecable, emocionó a locales y visitantes. Las letras nostálgicas de Manhattan y la energía de los temas más bailables hicieron cantar a una multitud que no dejó de corear desde la primera hasta la última canción.
Una edición redonda en organización y ambiente
Desde la organización, todo fueron buenas noticias. Se habilitaron 1.175 plazas de aparcamiento distribuidas por el municipio, con acceso controlado y regulado, lo que facilitó la movilidad de los asistentes y evitó aglomeraciones.
El festival, que cuenta con el patrocinio de Movistar y Recurrent Energy, logró reunir a más de 8.000 personas en un evento gratuito y al aire libre, que vuelve a demostrar que cultura, turismo y naturaleza pueden ir de la mano para dinamizar la vida en el medio rural.
El éxito rotundo de esta edición deja el listón muy alto para el año próximo. Pero si algo ha quedado claro, es que Música en la Montaña no solo ha llegado para quedarse, sino para seguir creciendo.