Los cinco mineros que murieron en Cerredo sacaban carbón de una forma clandestina: "Si te quieren ocultar la labor, te la ocultan"
El 31 de marzo, cinco trabajadores leoneses perdieron la vida en el pozo de Cerredo, en Degaña (Asturias), mientras extraían carbón de forma ilegal. La Administración, según ha reconocido el jefe del Servicio de Minas del Principado, Santiago Berjano, no detectó en ningún momento indicios de esa actividad clandestina.
“La empresa realizó una actividad clandestina y existía una estrategia de ocultamiento”, admitió Berjano este jueves ante la comisión parlamentaria que investiga el siniestro. El responsable técnico explicó que las labores se realizaron en zonas tan peligrosas “que hasta a los inspectores echaría para atrás”.
“Si te quieren ocultar la labor, te la ocultan”
Durante su comparecencia, Berjano insistió en la dificultad de detectar la explotación ilegal: “Si te quieren ocultar la labor, te la ocultan; y no la vas a ver. Avises o no avises de la inspección. Todo el mundo puede entender que, si se trata de una actividad clandestina, porque se les avisó muchas veces de que no podían sacar carbón, si el facultativo no quiere, no te vas a enterar”, subrayó.
El jefe de Minas precisó que el mismo día del accidente, el Juzgado de Instrucción de Cangas del Narcea solicitó un informe técnico al Servicio de Minas, y que la primera visita de inspección tuvo lugar el 8 de abril. “Se tardó tres horas en adecuar las galerías para poder entrar en las condiciones justas”, explicó.
“Parecía el prao de una romería”
Berjano expresó su “perplejidad” al comprobar que, antes de la llegada de su equipo, cuatro grupos de la Policía Judicial habían accedido al lugar del siniestro.
“Cuando entramos parecía el prao de una romería”, lamentó, señalando que la presencia de tantos agentes “complicó la inspección”.
Según relató, los investigadores policiales retiraron materiales esenciales y advirtió de que “como no se nos dé información, nuestra investigación va a quedar incompleta”.
El responsable técnico aseguró que se ha comprobado la existencia de gas y restos de combustión: “Sabemos que había gas, que había un chamiceo. ¿Qué nos falta? La fuente de ignición”.
Galerías deterioradas y sin ventilación
Durante la inspección, el equipo de Minas identificó dos huecos de extracción ilegal y constató que la explotación estaba en condiciones precarias.
Según Berjano, “no existía ningún tipo de sistema de ventilación general” y había zonas que “se caen a cachos”, tras años de paralización de la actividad extractiva.
Un proceso de investigación “atípico”
El jefe de Minas también mostró sorpresa porque el juez del caso prescindió por primera vez de los inspectores del Principado y llamó a peritos externos.
“Era la primera vez que me consta que el juez llama a terceros peritos, y eso me genera perplejidad”, afirmó.
Berjano defendió, sin embargo, que la Administración actuó conforme a la normativa al transferir la explotación primero a Combayl y después a Blue Solving, pese a que reconoció que “esto de Cerredo es atípico, lo miremos por donde lo miremos”. La compraventa se produjo por un millón de euros, según detalló.
Reunión previa con los propietarios
El responsable del Servicio de Minas recordó que se reunió con los propietarios de la mina el mismo mes del accidente, entre ellos Jesús Rodríguez Morán (Chus Mirantes), su hijo y Fernández Casillas, director facultativo. El encuentro tenía como objetivo reclamar el pago de la fianza exigida por la Administración.
“Pensar que estaban sacando carbón de forma clandestina y que estábamos allí sentados con ellos se nos revuelve todos”, confesó Berjano.
Antecedente mortal en 2022
El compareciente también recordó el accidente de 2022, en el que un trabajador murió y otro resultó gravemente herido.
“Combayl seguramente nos ha tomado el pelo a todos porque ha hecho una acción de arranque no autorizada”, reconoció.
El informe posterior a aquel suceso ya indicaba la existencia de “indicios racionales de extracción de carbón no autorizado”, lo que derivó en una sanción administrativa.
“Estamos sometidos a estrés y comentarios”
Berjano explicó que desde el accidente su equipo vive bajo una fuerte presión mediática: “Llevamos más de seis meses sometidos a estrés, a la prensa, a los comentarios… nos está costando trabajar”, aseguró.
Agradeció la comisión de investigación porque, dijo, “es la única ventana en la que se pueden asomar a decir algo”, después de meses “encapsulados, aguantando comentarios y expertos por todas partes”.
Bloqueo en la comisión: Tomé sin poder preguntar
La sesión parlamentaria concluyó con polémica. El grupo mixto, formado por Adrián Pumares (Foro Asturias) y Covadonga Tomé (independiente), no pudo ejercer su turno de preguntas.
Pumares se ausentó por enfermedad y Tomé quedó “atrapada” en la presidencia de la mesa junto a Delia Campomanes (IU), ya que Luis Venta (PP) decidió participar con preguntas y no ocupar su puesto en la presidencia.
El reglamento exige al menos dos miembros en la mesa para constituir la sesión, lo que impidió a Tomé formular sus cuestiones.