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Cruz Roja movilizó casi 600 voluntarios y gestionó 55 albergues en Castilla y León durante los incendios

En total se gestionaron más de 5.000 pernoctas y se repartieron casi 14.000 avituallamientos
Dispositivo desplegado por la Cruz Roja en el pabellón municipal Lydia Valentín de Ponferrada para los brigadistas desplazados en los incendios
Dispositivo desplegado por la Cruz Roja en el pabellón municipal Lydia Valentín de Ponferrada para los brigadistas desplazados en los incendios. Foto: César Hornija.

Casi 600 voluntarios han integrado el operativo excepcional desplegado por Cruz Roja en Castilla y León durante las últimas tres semanas en Castilla y León para hacer frente a los grandes incendios que han afectado a la Comunidad. En total, la ONG gestionó un total de 47 albergues -aún se mantienen activos tres albergues, dos en León y uno de Zamora- donde se habilitaron 4.254 plazas, mientras que para las personas con movilidad reducida o necesidades especiales, se gestionaron un total de 131 plazas en ocho residencias. Esta gestión se llevó a cabo en colaboración con las distintas administraciones y que supuso un total de 5.105 pernoctas, de las que 131 fueron en residencias.

Casi 14.000 avituallamientos entregados

Para todas aquellas personas que llegaron a los albergues, se entregaron casi 14.000 avituallamientos entre desayunos, comidas y cenas. A esto hay que sumar los puntos de avituallamiento, cinco en total, para los intervinientes en los incendios y para los que también se gestionó 153 camas.

La labor de Cruz Roja se centró, además, en el apoyo en los desalojos así como el acompañamiento a las personas que volvían a sus casas tras el fuego. La entrega de medicinas se coordinó, además, con los centros de salud de cada zona a los que la organización también trasladó a algunas personas que lo han necesitado.

Asimismo, según un comunicado de la ONG recogido por Ical, se gestionaron dietas especiales y se puso a disposición de las personas usuarias de los albergues puntos de recarga para mantener sus teléfonos activos en todo momento y facilitar así la comunicación con familiares y allegados.

Lugares específicos para las mascotas

Las mascotas tuvieron también un lugar específico en los albergues para aquellas personas que acudieron con sus perros, gatos, conejos, etc y a los que también se les dio cobijo y proporcionó alimentos.

La llegada de centenares de personas a los albergues supuso un reto, no solo logístico sino también en cuanto al apoyo psicosocial. Así, Cruz Roja proporcionó en cada recurso desplegado, y desde el primer momento, la ayuda de psicólogos y psicólogas con el fin de facilitar una estancia marcada por el miedo y la incertidumbre de una población a la que el fuego obligó a salir, en muchos casos, con lo puesto.

La presidenta autonómica de Cruz Roja, Rosa Urbón, quiso agradecer el compromiso de los voluntarios por haber sido “ejemplo de solidaridad y humanidad y por haber estado, como siempre, donde más se les necesitaba, dando apoyo y sumando fuerzas para que nadie quedara desatendido”. Además, Urbón destacó que, en esta emergencia, “la ayuda aportada por Cruz Roja ha sido posible gracias, también, a nuestro despliegue territorial en las zonas rurales. Esa cercanía nos permite estar al lado de las personas y de las administraciones, aportando soluciones inmediatas para atender a quienes más lo necesitan”.