La Diputación de León invierte 30.000 euros en la lucha contra el avispón asiático
La Diputación de León ha aprobado ayudas por un total de 29.999,83 euros destinadas a los ayuntamientos de menos de 20.000 habitantes para la lucha, control y erradicación del avispón asiático (vespa velutina). Estas subvenciones, impulsadas desde el área de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, pretenden apoyar a los municipios en la detección temprana y eliminación de nidos, así como en la puesta en marcha de campañas de sensibilización y prevención.
Según informó la institución provincial, el objetivo de la convocatoria es “proteger la biodiversidad y apoyar la actividad apícola, fuertemente amenazada por la expansión de esta especie invasora”, que depreda sobre abejas y otros insectos polinizadores esenciales para el equilibrio natural y la economía rural.
Veintiséis municipios beneficiados en toda la provincia
Un total de 26 municipios leoneses se beneficiarán de estas ayudas, entre ellos Villafranca del Bierzo, Villablino, Toral de los Vados, Camponaraya, Cacabelos, La Pola de Gordón o Cabrillanes, además de localidades del Páramo, el Bierzo, la Montaña y la Cepeda.
La Diputación destacó que la convocatoria responde a su compromiso con el entorno rural, recordando que “la lucha contra el avispón asiático no solo es una cuestión ambiental, sino también económica”, ya que afecta directamente a la producción de miel y a la polinización de cultivos.
Compromiso ambiental y apoyo a la apicultura leonesa
Desde la institución provincial se subraya que estas actuaciones forman parte de una estrategia más amplia de protección del medio ambiente y los ecosistemas locales, en línea con las políticas europeas de control de especies exóticas invasoras.
“La preservación del entorno natural y el apoyo a la apicultura son prioridades en la agenda provincial, porque mantener vivos nuestros ecosistemas significa garantizar el futuro del medio rural leonés”, destacan desde la Diputación.
La vespa velutina, detectada por primera vez en la provincia hace varios años, continúa expandiéndose por el noroeste peninsular. Su control requiere la colaboración de administraciones y vecinos para identificar los nidos y actuar con rapidez, evitando daños mayores a la fauna autóctona.
