Ecologistas en Acción alerta del riesgo de contaminación en los acuíferos tras los incendios de León
Ecologistas en Acción de León ha advertido de que los acuíferos situados en zonas arrasadas por los recientes incendios forestales podrían estar sufriendo una “grave alteración” de sus parámetros naturales. Según la organización, los estudios del Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC) y de colegios profesionales de ingeniería forestal coinciden en que las cenizas elevan el pH de las aguas y que los residuos de la combustión —metales pesados, nitratos e hidrocarburos aromáticos como el benzopireno, catalogado como cancerígeno— acaban infiltrándose en el subsuelo arrastrados por las lluvias.
Vegetación perdida y acuíferos vulnerables
La asociación señala además que la pérdida de cubierta vegetal disminuye la evapotranspiración y ralentiza la recarga natural de los acuíferos, agravando los efectos a largo plazo. “La magnitud de los incendios obliga a adoptar medidas urgentes de control y seguimiento”, insisten en su comunicado.
Exigen supervisión institucional
Ecologistas en Acción ha remitido escritos a la Dirección General de Minas, responsable de las concesiones de aguas minerales, y a la Confederación Hidrográfica del Duero, con competencias en el dominio público hidráulico. En ellos reclaman evaluar el “estado actual y futuro” de las masas de agua y garantizar el cumplimiento estricto de la normativa vigente.
Proyectos bajo la lupa
En la provincia se encuentran en tramitación dos proyectos en áreas afectadas por el fuego: la planta de Bezoya-Jamuz, en Quintanilla de Flórez, y el aprovechamiento del manantial “La Borrazal”, en Pobladura de la Sierra. Ecologistas en Acción advierte de que las condiciones con las que se otorgaron las Declaraciones de Agua Mineral Natural (DAMN) “probablemente han quedado fuera de los parámetros exigidos” debido a la contaminación derivada de los incendios.
Suspensión cautelar
Por ello, la organización ecologista solicita suspender de forma cautelar tanto las declaraciones de agua mineral ya concedidas como las que se encuentran en tramitación. “Debe comprobarse de inmediato la calidad real de las aguas y, en caso de no cumplir con los requisitos, revocar las autorizaciones”, concluyen.
