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El Faedo, el bosque que enamora cada otoño

Entre hayedos centenarios, un paisaje de ensueño y leyendas de cuento, este rincón de la montaña leonesa, premiado en 2007 como el "Bosque Mejor Cuidado de España", deslumbra año tras año mientras mantiene vivo el recuerdo de su pasado minero

Apenas a 40 kilómetros de León capital, en pleno corazón de la provincia, el Faedo de Ciñera emerge cada otoño como un escenario de fantasía. Las hayas se visten de oro, cobre y fuego; el suelo cruje bajo un manto de hojas; y el murmullo del arroyo del Villar acompaña al visitante por un sendero que parece sacado de un cuento.

No es un bosque cualquiera. En 2007, el Ministerio de Medio Ambiente y la ONG Bosques Sin Fronteras lo declararon “Bosque Mejor Cuidado de España”, reconociendo el trabajo de conservación y señalización que ha permitido protegerlo y, al mismo tiempo, hacerlo accesible al visitante.

El resultado es un paraje de ensueño, un espacio natural que resume la esencia de la montaña leonesa: belleza, silencio y respeto por la tierra.

El pasado que aún respira

La ruta arranca en Ciñera de Gordón, un pueblo forjado a golpe de carbón y sacrificio. La huella minera se siente en cada rincón: en los viejos vagones oxidados, en las bocaminas selladas y, sobre todo, en el monumento de la plaza del pueblo que recuerda a los seis mineros fallecidos en la tragedia de la mina de Santa Lucía, en octubre de 2013.

Aquel accidente marcó a toda la comarca. Y recorrer hoy el camino hacia el Faedo es, de algún modo, caminar también sobre la memoria de quienes vivieron, y murieron, bajo tierra.

Antes de adentrarse en el bosque, un pequeño altar dedicado a Santa Bárbara, patrona de los mineros, rinde homenaje a ese pasado. Este mismo sendero fue durante décadas la ruta diaria de los trabajadores del Pozo Ibarra, hasta que el cierre de las minas transformó la rutina del carbón en un paseo de naturaleza y recuerdo.

El corazón verde del Faedo

Tras un kilómetro de marcha, el paisaje cambia de forma radical. Un puente de madera cruza el arroyo y da paso a la pasarela del Faedo, que serpentea entre hayas monumentales de más de 500 años de vida.

Entre ellas destaca Fagus, una de las más antiguas de España, con más de seis metros de perímetro en la base. Está catalogada como “árbol monumental” y figura en la lista de los 100 ejemplares más singulares del país.

La leyenda de la bruja Haeda

El Faedo no solo guarda historia, también alberga leyenda. La escritora local Josefina Díaz del Cuadro creó hace años un cuento para su nieta que, con el tiempo, se transformó en mito popular.

Cuenta la historia de Haeda, una bruja condenada a hacer el mal, que un día se apiadó de una familia perdida durante una gran nevada. Encendió un fuego arrancando piedras de la montaña, pero ese acto de bondad la consumió. Antes de morir, convirtió las colinas en carbón para dar calor a los pueblos de la zona.

Dicen que su espíritu aún habita entre las ramas del hayedo, junto a la Haya Madre, y que los niños que visitan el bosque todavía la buscan entre sombras y raíces.

Hoces del Villar: donde la roca estrecha el cielo

El sendero continúa hacia las Hoces del Villar, un desfiladero estrecho y espectacular donde la piedra sustituye a los árboles. Las pasarelas de madera recorren la garganta del río, que discurre entre saltos y cascadas.

En este punto, el paisaje cambia de nuevo: la verticalidad de las rocas, el rumor del agua y la frescura del ambiente crean un escenario natural de gran belleza.

Ya al final, quienes buscan una experiencia más completa pueden continuar hasta las Marmitas de Gigante, un conjunto de pozas naturales donde el arroyo se remansa antes de seguir su curso.

Un bosque que resiste

El Faedo de Ciñera es mucho más que un paseo entre árboles. Es un símbolo de resistencia: ha sobrevivido a la tala, los incendios, el impacto minero y, sobre todo, al olvido.

Reconocido hace apenas un mes por la prestigiosa revista internacional National Geographic, sigue siendo un referente en la preservación de la biodiversidad y un homenaje a las generaciones que han vivido y trabajado en esta tierra.