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León en llamas

Fasgar arde desde hace 22 días: el incendio más largo en la historia reciente de España parece no tener fin: "Es un desastre y falta organización desde el día 1"

Imágenes de los incendios en Fasgar y Boca de Huérgano. Fotografías de Peio García y Mirian Chacón
Imágenes de los incendios en Fasgar y Boca de Huérgano. Fotografías de Peio García y Mirian Chacón (18)
Imágenes de los incendios en Fasgar y Boca de Huérgano. Fotografías de Peio García y Mirian Chacón-
Imágenes de los incendios en Fasgar y Boca de Huérgano. Fotografías de Peio García y Mirian Chacón
Las llamas son apreciables a kilómetros de distancia.
Un helicóptero trabaja en el incendio de Yeres, en León
Un vecino de Boca de Huérgano observa el avance de las llamas.
La pequeña localidad de Fasgar se encuentra amenazada por un incendio forestal
Varios vecinos observan el fuego.
Cuatro muertos (tres de ellos en la provincia de León), 400.000 hectáreas arrasadas y pueblos enteros evacuados en León y Zamora  | Fue un incendio provocado, aunque no intencionado | La chispa fue un rayo de una tormenta seca, un fenómeno cada vez más frecuente por las altas temperaturas

Lo que comenzó con un rayo en medio de una tormenta seca se ha convertido en el mayor incendio forestal de España desde que existen registros. Han pasado ya 22 días desde que, el 8 de agosto a las 17:24 horas, las llamas se declararon en Fasgar, un diminuto pueblo de apenas 25 habitantes en la comarca de Omaña. 

Desde entonces, la destrucción avanza implacable: 400.000 hectáreas reducidas a cenizas, 170.000 de ellas en espacios naturales protegidos, y casi 120.000 solo en la provincia de León.

Un pueblo sitiado por el fuego

Fasgar, convertido en epicentro de la catástrofe, resiste con la mayoría de sus vecinos aún en sus casas. Rosi Fernández, vecina de la localidad, no esconde su indignación: “Un desastre, una mala organización desde el día 1. Nos hemos quedado solos sin medios varias veces. Esto es agotador, imagínate lo que es para quienes luchan día tras día contra el fuego”, lamenta.

"Yo no entiendo de incendios, peor lo he vivido durante 20 días y veo como los brigadistas se quejan, que hacen horas como locos", ha añadido.

No solo Fasgar está en riesgo. Municipios como Garaño, Molinaseca, Viñayo, Piedrasecha, Portilla de Luna, Sagüera de Luna, Vegapujín o Posada de Omaña han sido evacuados hasta tres veces, víctimas de los rebrotes que el viento reaviva cuando parecía que todo estaba bajo control.

Un rayo, el origen de la tragedia

Vecinos y expertos insisten en que no se trató de un acto de vandalismo. Fue un incendio provocado, aunque no intencionado. La chispa fue un rayo de una tormenta seca, un fenómeno cada vez más frecuente por las altas temperaturas: las gotas se evaporan antes de llegar al suelo, pero los rayos sí golpean con fuerza, encendiendo la maleza reseca.

Vidas perdidas y patrimonio natural arrasado

El balance humano es devastador: cuatro personas han perdido la vida —un bombero forestal, dos voluntarios y un vecino que intentó ayudar—.
En el plano ambiental, la magnitud del daño es incalculable. El fuego ha devorado 6.000 hectáreas del parque natural del Lago de Sanabria, ha llegado hasta el parque nacional de Picos de Europa y ha calcinado parajes únicos como Las Médulas, patrimonio de la humanidad, además de bosques centenarios en Yeres, el Lago de la Baña y el valle de Laciana.

Autoridades desbordadas

La Junta de Castilla y León reconoció este jueves las “dificultades” para controlar el incendio. Incluso los equipos europeos desplazados a la zona admiten que jamás habían visto una voracidad semejante. “La evolución es favorable en algunas áreas, pero siguen activos frentes peligrosos en el Cañón del Tera y en la divisoria de cumbres entre Zamora y León”, detalló un portavoz de los servicios de emergencia.

Mientras tanto, los vecinos han perdido la confianza. “Cada noche pensamos que el final está cerca, y cada mañana comprobamos que era un espejismo”, resume un residente, agotado tras tres semanas de incertidumbre.

El incendio más preocupante de España

Aunque hay una docena de fuegos activos en el país, ninguno alcanza la magnitud del de Fasgar, que mantiene focos incontrolados en Igüeña y Colinas del Campo de Martín. Miles de hectáreas siguen en riesgo, y con ellas la vida de pueblos enteros que ahora dependen de que la lluvia —tan ausente este verano— llegue antes que las llamas.