Ojo al ajo
La Feria del Ajo de Santa Marina del Rey no es solo una cita gastronómica y comercial, sino un testimonio vivo del patrimonio cultural leonés. Documentada desde el año 1162, esta feria se celebra anualmente el fin de semana más cercano al 18 de julio y está considerada una de las más antiguas de Castilla y León. En 1845 ya se reconocía oficialmente como la feria más importante del partido judicial de Astorga.
Con casi 37.000 referencias en buscadores de internet, la Feria del Ajo es una de las manifestaciones populares con mayor repercusión digital de la provincia. Su prestigio y singularidad quedan reflejados también en numerosas publicaciones históricas y etnográficas.
El ajo, protagonista absoluto
El producto estrella del evento es, como no podía ser de otra forma, el ajo. Las tradicionales ristras de ajo, elaboradas de forma artesanal, copan el protagonismo en los más de 200 puestos que suelen instalarse. A ellas acuden compradores no solo de León, sino de Zamora, Asturias o incluso de la montaña oriental leonesa, recordando el antiguo viaje de los montañeses que bajaban hasta la ribera del Órbigo para abastecerse de este imprescindible de la cocina.
Un evento que va más allá del mercado
Aunque el ajo es el eje central, la Feria se ha convertido en una experiencia completa. A los tradicionales tenderetes de pulpo, chuletas o chorizos, se suma un mercadillo de artesanía, con aperos de labranza, productos de la huerta, maquinaria agrícola y productos ecológicos.
Además, el programa de este año incluye talleres artesanos, degustaciones de pinchos elaborados con ajo y una de las actividades más esperadas: el concurso-exhibición de enristrado de ajos, que combina destreza, tradición y espectáculo.