El precio del forraje se dispara en León tras los incendios y la sequía en Asturias
La última sesión de la lonja de León ha dejado dos titulares bien distintos: mientras la alubia Pinta inicia su cotización a 1,10 euros / kilo con buenas perspectivas de rendimiento y calidad, el forraje vive una subida marcada por la alta demanda de las ganaderías afectadas por los incendios y la sequía en Asturias.
“La presión compradora está siendo enorme debido a la necesidad de alimentación para el ganado en zonas castigadas por el fuego”, señalan desde la lonja, donde se da por hecho que el abastecimiento en León está garantizado gracias a una cosecha abundante.
La alubia Pinta abre campaña con estabilidad
En la provincia se han sembrado este año 5.873 hectáreas de alubia, de las cuales cerca del 70% corresponden a la variedad Pinta. Su ciclo corto y su buena adaptación al suelo leonés permiten prever “una calidad excepcional y rendimientos muy por encima de otras variedades”, explican los técnicos de la lonja.
El precio fijado en los contratos de precampaña —1,10 €/kg— da estabilidad a los agricultores y compradores, que confían en mantener esa referencia a medio plazo.
El forraje, clave para las ganaderías en crisis
Donde la calma desaparece es en el mercado del forraje. La sequía en Asturias y los incendios que arrasaron pastos en esa comunidad han empujado a muchas ganaderías a buscar suministro en León. Esta presión compradora ha encarecido el producto y marcado la tendencia al alza.
“Aunque la producción en León ha sido muy buena y el abastecimiento está asegurado, la fuerte demanda externa está haciendo subir los precios”, señalan fuentes del sector.
Un mercado tensionado por la emergencia ganadera
Los expertos recuerdan que este fenómeno no es nuevo, pero sí especialmente acusado este año. La combinación de incendios y sequía en la cornisa cantábrica ha provocado un desajuste que impacta directamente en el bolsillo de los ganaderos.
Mientras tanto, los agricultores leoneses, beneficiados por la coyuntura, esperan que la estabilidad de la alubia y la pujanza del forraje permitan mantener “un equilibrio que favorezca tanto al campo como a las explotaciones ganaderas”.
