San Andrés ultima una apertura parcial del puente de San Juan de Dios para comunicarse con León tras casi cinco años de espera
Después de más de cuatro años sin uso, el puente de San Juan de Dios en San Andrés del Rabanedo podría quedar parcialmente habilitado. La estructura, finalizada en enero de 2021, nunca llegó a entrar en servicio debido a una sucesión de obstáculos técnicos, administrativos y de coordinación entre las distintas administraciones implicadas. Sin embargo, el Ayuntamiento plantea ahora una solución provisional que permitiría la circulación por ambos carriles del puente, aunque con limitaciones y sin paso para vehículos pesados.
El desbloqueo de esta situación pasa por la construcción de una pasarela peatonal sobre la histórica Presa del Bernesga, en la zona de Jesús Nazareno. La obra, que figura en el borrador presupuestario con una inversión prevista de 50.000 euros, permitiría salvar el último escollo para abrir el puente al tráfico. El equipo de Gobierno local confía en que el presupuesto de 2025 se apruebe este verano para poder llevar a cabo la intervención.
Vecinos valoran positivamente la reapertura
La posible puesta en marcha parcial del puente ha sido recibida con optimismo por los vecinos de San Andrés, que consideran que la medida mejoraría notablemente las comunicaciones con León capital. La infraestructura supondría un alivio directo para el tráfico de Pinilla, por donde actualmente transita un 75% del flujo que debería circular por el nuevo paso. Además, serviría de conexión clave entre Valverde de la Virgen, la zona hospitalaria y Eras.
Obra inacabada y soluciones pendientes
La historia del puente, construido por Adif con una inversión de 2,7 millones de euros, ha estado plagada de contratiempos. Su apertura se vio demorada inicialmente por la pandemia, después por una glorieta inadecuada para el tráfico pesado, y más tarde por desacuerdos en la cesión del vial y la necesidad de desdoblar los carriles. A esto se sumaron complicaciones administrativas con la Confederación Hidrográfica del Duero, que tardó más de dos años en autorizar la pasarela.
En detalle
El proyecto de ampliación de calzadas sigue pendiente, lo que impide de momento una apertura completa que responda a la demanda de los 16.000 vehículos que se estima pasarían diariamente por el puente. Aunque la anterior corporación reservó 2 millones de euros para esta actuación —de los que 300.000 procedían de la Junta—, la actual administración local sopesa alternativas para afrontar las obras sin depender de Adif, que ya da la infraestructura por finalizada.
Entre lo provisional y lo necesario
El puente, con sus 13,9 metros de ancho, necesita aún ajustes para convertirse en una vía plenamente funcional. A la falta de continuidad del carril bici —que finaliza a un metro del suelo— se suman obstáculos como la rotonda que impide el giro de vehículos de mayor tamaño. Aun así, las autoridades locales apuestan por habilitar la infraestructura lo antes posible, aunque sea de manera parcial, para responder a una necesidad cada vez más acuciante en el municipio.
La apertura, aunque no definitiva, permitiría descongestionar el tráfico y facilitar el acceso a áreas clave de la capital, dando respuesta a una demanda vecinal que no ha cesado durante estos casi 55 meses de espera.