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Demasiadas hectáreas quemadas para un consejero

Estamos asistiendo una vez más a la pugna de reproches habitual que sigue a una tragedia...

Estamos asistiendo una vez más a la pugna de reproches habitual que sigue a una tragedia. Ocurre otra vez entre las administraciones central y autonómica, con los incendios de las provincias de León y Zamora que todavía no han sido sofocados y afectan una vez más a la llamada España vaciada.

Tanto el ministro de Transportes como el portavoz de Podemos y procurador en las Cortes de Castilla y León por este partido han sido muy rotundos en sus críticas al gobierno de esta comunidad autónoma. A los dos sólo les ha faltado recordar que en los últimos años el balance de hectáreas quemadas en este territorio es el mayor del país, sin que se esté en condiciones de asegurar que lo sucedido antes y ahora no se repita en el futuro. 

Pablo Fernández insiste en manifestar que hay incompetencia, inacción y pasividad por parte del gobierno de la Junta de Castilla y León, y que después de los grandes incendios en la provincia de Zamora de hace tres años, tal como apuntábamos en este diario, el operativo contra este tipo de siniestros sigue siendo insuficiente, poco dotado y con unas precarias condiciones laborales, sin que se atiendan las reivindicaciones de los bomberos forestales y demás profesionales. Todos ellos se juegan la vida cada vez que se produce un gran incendio, de las características que están teniendo los que tiene lugar en los últimos años. 

Los que también tienen la costumbre de comer son los bomberos forestales que se estaban jugando la vida por intentar detener el incendio y que a las ocho de la tarde no habían recibido ni siquiera un mísero bocadillo

En cuanto a las desafortunadas declaraciones del consejero de medio ambiente, vivienda y ordenación del territorio, de feria en Gijón, según el titular de un diario leonés, el señor Suárez Quiñones debería al menos disculparse por decir "que tiene la mala costumbre de comer", en referencia a su presencia en la Feria Internacional de Muestras de Gijón mientras una parte de la provincia de León ardía. Que Mañueco siguiera de vacaciones en Andalucía es igualmente lamentable.

"Los que también tienen la costumbre de comer son los bomberos forestales que se estaban jugando la vida por intentar detener el incendio y que a las ocho de la tarde no habían recibido ni siquiera un mísero bocadillo por parte de la Junta de Castilla y León”, replicó a Quiñones el portavoz nacional de Podemos, que pidió la dimisión inmediata del consejero.

Es pertinente subrayar que Castilla y León es la segunda comunidad en número de hectáreas quemadas entre 1983 y 2013

Este señor ocupa ese cargo desde 2015, con un balance de hectáreas quemadas durante su gestión (Ávila, Zamora hace tres años y ahora, León, con la mayor superficie quemada del país) que debería bastar para que dimitiera o lo cesara quien, por otro lado, lo ha estado manteniendo en el cargo durante una década y alguna responsabilidad tiene por prolongar su incompetencia.

Es pertinente subrayar que Castilla y León es la segunda comunidad en número de hectáreas quemadas entre 1983 y 2013, un millón trescientas mil, sólo por detrás de Galicia, y que dos voluntarios fallecidos en las tareas de extinción denota hasta qué punto se acometió el trabajo sin efectivos suficientes, una vez más.