El tiempo

Alfonso, el de las mercedes

Estaba nervioso Mañueco durante la visita de los Reyes a Las Médulas. Se sabía en territorio hostil y que se las iba a ver con los brigadistas...

Estaba nervioso Mañueco durante la visita de los Reyes a Las Médulas. Se sabía en territorio hostil y que se las iba a ver con los brigadistas.

Tan nervioso y tan pendiente de la foto, y a la vez tan soberbio, que se adelantó a Letizia en el protocolo del saludo. Menos mal que esta Reina tiene más tablas que el escenario del teatro Emperador, reconvino amablemente al presidente, y éste optó por retirarse ante la negación de saludo de los bomberos, hastiados de incompetencia y malas artes por parte de la Junta de Castilla y León. O, como un texto alternativo que ha corrido algo estos días, 'Junta de Calcina a León'. 

Por cierto, que ahí siguen los incendios: casi veinte días y 120.000 Ha en el maldito “haber” de Mañueco y del ¡por fin! aparecido Juan Carlos Suárez-Quiñones, eso sí, en foto distribuida en redes sociales por la Subdelegación del Gobierno. Se le ve muy aplicado en ver cómo se le ha ido de las manos todo este asunto, que esperemos acabe con su amortización política, que, además, tampoco le queda tanto para la jubilación. Agradeceré que tampoco se reenganche a la carrera judicial. Es verdad que faltan jueces, pero mejor de prestigio acrisolado. De lo de presidir el PP en León, pues no sé, a mí me parece que ya no es el candidato idóneo ni para la gestora, vista su capacidad de gerencia.

Y es que le pasa como a Mañueco, que en León va a ser que no cae muy bien. Gustos aparte, yo aquí les invito a que tiren de autoestima y que piensen si ustedes no serán bastante mejores que todos éstos que se vienen a tañer campanas cuando huele a urna, pero el resto del tiempo, salvo catástrofe, pasan de ustedes como de… pongan aquí lo que quieran, que el pensamiento no delinque. De momento. Luego seguiré por ahí, pero denle una vuelta a este pensamiento. Yo personalmente creo que no me merezco a ninguno de éstos, y ustedes estoy seguro que tampoco.

Aquí creo que, o nos echa una mano la Diputación, que espero no sea al cuello, o, si depende de “Somacyles” y” Tragsas”, lo de la recuperación de los montes leoneses va a ser “Patio de Monipodio”.

Me ha alegrado que Felipe se reúna, aparte de con los nefastos, también con alcaldes y pedáneos. Y se me ha venido a la cabeza uno de mis habituales pensamientos en esto de velar por las tradiciones leonesas: las juntas vecinales.

Estos organismos tienen la propiedad de aproximadamente el 40% del territorio en calidad de montes de uso público. Temo que en esto de los incendios sean los propietarios más perjudicados en cuanto a superficie se refiere. Hablar de perjuicio cuando ha habido muertes, ruinas de viviendas, cabañas ganaderas perdidas y paisaje Patrimonio de la Humanidad afectado, puede parecer ligero y hasta un poco frívolo, pero, o mucho me equivoco, o la mayoría de patrimonio natural por restaurar está en montes de uso público propiedad de juntas vecinales. 

Aquí creo que, o nos echa una mano la Diputación, que espero no sea al cuello, o, si depende de “Somacyles” y” Tragsas”, lo de la recuperación de los montes leoneses va a ser “Patio de Monipodio”. Un cristo, vamos. Que las juntas vecinales están gobernadas desde la buena voluntad en su mayoría, pero escaso conocimiento y formación también. 

Miren por dónde ahora haber tenido organizada como toca una oficina para el SIPAM nos estaría ahorrando divagaciones y temores. Un gabinete coordinado con ULE y CSIC ahora sería una herramienta formidable. De hecho, espero que se haga algo de caso a la ciencia. Por favor, que se ocupe de esto alguien que sepa, que es una apuesta muy fuerte y otro “palo” como los incendios de este año difícilmente lo íbamos a soportar.

Antes hablaba de que el pensamiento de momento no delinque, aunque algunos políticos autodefinidos como antisistema, y del nuevo color verde, que ahora está a la derecha del azul, parecen empeñados en que empiece a delinquir el color de la piel o el árbol genealógico. Con esto último no dejo de estar pasmado, y permítaseme la “boutade”, porque entre los apellidos extranjeros, color de piel y rasgos evidentemente orientales, se están poniendo ellos mismos en el disparadero. Veo a Garriga y a Ndongo demasiado morenos para ser “castispañoles”, y la prominente y larga nariz, convexidad facial y fuerte mandíbula, para más INRI adornada con barba levítica, debe amargarle la mañana en su aseo al presidente de Patriotas.eu. ¡Heroico el nombre para el partido europeo del que es sucursal Vox!

Esta ventana se suele ampliar últimamente no abriendo precisamente un poco más la persiana, sino a escoplo limpio, tirando jambas y marcos, o hasta haciendo butrones donde no hay ni ventana.

Y todo esto para introducir un factor vital en lo que a León le queda por delante si queremos tener futuro. Pero futuro con proyección, no un futuro a secas de extinción y caras largas. Voy.

El otro día Jaime Gutiérrez, este inmerecidísimo compañero en labores de columna… Y lo digo como lo siento: escribiente y dibujante, ¡menudo mérito!, que no se puede estar más a gusto que con vecinos como el “Home” y el “Otro”. Pues eso, que Jaime se refirió el otro día a “La ventana de Overton”, ese margen de aceptación, muchas veces de auténticas barbaridades como esta limpieza étnica propuesta por Vox, donde los políticos se tienen que mover para no salirse de foco.

Esta ventana se suele ampliar últimamente no abriendo precisamente un poco más la persiana, sino a escoplo limpio, tirando jambas y marcos, o hasta haciendo butrones donde no hay ni ventana. Y ahí, este escribidor, con un argumento lo mismo digno de que me tiren al pilón. Más de uno se va a quedar con ganas.

La media de edad en la provincia de León es ya de cincuenta años, hecho comprobable estadísticamente o con sólo salir a la calle. En estos últimos cuarenta años vamos a acabar perdiendo como 90.000 habitantes. León y su alfoz han crecido, absorbiendo aproximadamente el 40% de la población provincial. Ponferrada se ha mantenido siempre por debajo de los 70.000 habitantes, rondando ahora los 63.500. El caso es que tenemos a la mitad de la población de la provincia en el ámbito rural, incluidas Astorga y La Bañeza, unas 210.000 personas. Pero ahí la media no es de 50, que se acerca ya a los 57, mira por dónde la edad de Felipe VI. Y que les pregunten a los curas rurales cuántos niños bautizan, y te dirán que pocos, y no por impiedad, sino por ausencia de nacimientos.

Los científicos afirman que, contra incendios, ganadería, agricultura, explotación ordenada del recurso natural y, claro, quien la ejerza. O sea, población.

Pues nada, a convencer a esos guajes que corretean por los parques de León, contados, y a sus padres que el futuro del vástago está en criar vacas “ratinas” a la sombra de Peña Ubiña, o de apicultor en Onamio, por ejemplo. No, hombre, que el chaval va a hacer ADE y trabajar de reponedor en Mercadona. Eso ellos no lo saben, porque el de ellos no. Ni nada.

En una palabra, y voy a lo mollar, si no atraemos inmigración, me parece a mí que estamos extintos en unas tres generaciones. Para el 2050 se prevé que seamos trescientos mil habitantes en la provincia.

Tras los fondos estatales por la antiguamente llamada “Zona Catastrófica”, vendrán los de la Junta. No harán sino justicia al desigual reparto con el “todolotrago” de Valladolid

El caso es cómo atraerla, cómo conseguir que se integre, cómo hacer atractivo el mundo rural como refugio climático y desarrollar puestos de trabajo en un sector primario que decae. Aquí veo a las autoridades y, claro, una decidida captación en origen. Los fondos deben de venir de una apuesta pública de repoblación y reconstrucción. Tener un Ministerio para el Reto Demográfico debería tener un retorno evidente.

Fondos, por ejemplo, esos que Mañueco “el de las Mercedes” vendrá ahora repartiendo para lavar la cara a la nefasta gestión. Por cierto, que apuesto a que este año va, por fin, a “cantar la gallina” de los fondos no provincializados que acabarán llegando a León. Se estima que la reconstrucción paisajística, industrial y patrimonial costará unos 1000 millones de euros. Tras los fondos estatales por la antiguamente llamada “Zona Catastrófica”, vendrán los de la Junta. No harán sino justicia al desigual reparto con el “todolotrago” de Valladolid central autonómica, pero seguro que el presidente saca pecho por lo paritario del reparto, más en año electoral. La provincia de León es cantera de voto y no vamos a dilapidarla por un Quiñones más o menos.

Bueno, si todavía vamos de camino al pilón y no me han tirado aún, les pido que me disculpen. Llevo en mis genes la emigración. Hasta ahora casi ninguna generación de mi familia ha vivido completa en el mismo lugar. Viajar y vivir en distintos lugares abre bastante la mente. Que los leoneses de dentro de cien años sean un poco más morenos, más rubios, más altos, más bajos, lo doy por bien empleado si simplemente son más.

… Y, con un poco de suerte, más ricos, más tolerantes y, encima, disfrutando de la autonomía propia.

Por cierto, y como colofón medio erudito, medio cachondo, he llamado a Alfonso Fernández Mañueco “el de las Mercedes” en clara alusión a Enrique II de Castilla, llamado también así (o “El Fratricida” por cargarse a su hermano Pedro I “El Cruel” en Montiel, escojan, que todos son muy majos y tratables) porque pagó generosamente a sus aliados y mercenarios enajenando terrenos de realengo, cosa en la que observo cierto paralelismo. Un detalle: falleció en santo Domingo de la Calzada después de un eclipse total de Sol. El pensamiento no delinque, decía.