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Guadalajara 26-26 Ademar

El Abanca Ademar se desploma en Guadalajara y rescata un punto en un final agónico

Los leoneses pasan de dominar con cinco goles de ventaja a verse superados por un Guadasomerset en plena remontada; el 26-26 sabe a poco… y a mucho
Dani Gordo, durante un partido del Abanca Ademar. Foto: Isaac Llamazares
Dani Gordo, durante un partido del Abanca Ademar. Foto: Isaac Llamazares

El Abanca Ademar afrontaba su visita a Guadalajara reforzado por su triunfo europeo, aunque aún marcado por las dos derrotas ligueras anteriores —especialmente la sufrida en Huesca—. Con ese equilibrio entre impulso y cautela, los de Dani Gordo saltaron a la pista dispuestos a marcar territorio desde el primer ataque.

Las primeras intervenciones de Saeid, incluida una parada desde los siete metros, permitieron que Lindqvist inaugurara el marcador. Pese a que el equipo leonés no hilvanó sus mejores secuencias ofensivas, su defensa mantuvo un nivel elevado que le dio las primeras rentas (1-3). El acierto del máximo goleador de la liga, Gonzalo Pérez Arce, sumado al lanzamiento exterior de Lindqvist, consolidó la ventaja visitante (4-7).

Una primera parte trabada, pero bajo control

El encuentro avanzaba con ritmo entrecortado, fruto del protagonismo de las defensas y de ataques precipitados por ambos bandos. En ese contexto, Saeid volvió a destacar bajo palos y Gonzalo mantuvo su habitual producción ofensiva con cinco goles antes del descanso.
Incluso con una inferioridad numérica, el Ademar logró mantener el pulso e impedir que Guadalajara encontrara la portería: más de trece minutos sin anotar para los locales. El 10-12 al descanso reflejaba una buena gestión del tiempo y de las ventajas, pese a un tramo final cargado de protestas desde la grada por decisiones arbitrales.

El partido, en tres claves

1. Del control absoluto al apagón total
El Ademar pasó de dominar con claridad —llegó a ganar por cinco goles (13-18) tras un inicio sólido en defensa y un ataque fluido— a sufrir un desplome inesperado. Ese “corte de corriente” permitió a Guadalajara meterse de lleno en el encuentro y cambiar por completo la dinámica.

2. El impacto decisivo de Ahmed Elkhouga y el empuje del pabellón
El parcial 4-0 liderado por Ahmed Elkhouga marcó el punto de inflexión del duelo. La actuación del extremo, unida al ambiente creciente en el pabellón alcarreño, desarboló a un Ademar que empezó a perder seguridad en ambos lados de la pista.

3. Reacción final con defensa 5-1 y un punto que sabe a salvación
Con el partido ya cuesta arriba, Dani Gordo recurrió a la defensa 5-1 con Sergio Sánchez adelantado, la misma fórmula usada en el último duelo europeo. Esa apuesta permitió estabilizar al equipo y llegar al 26-26, evitando lo que podía haber sido una derrota dolorosa.

Ventaja de cinco… antes del apagón

Tras vestuarios, el conjunto leonés prolongó su solidez, aceleró sus ataques y elevó la renta hasta un esperanzador 11-15, que más tarde se amplió a un 13-18. Parecía el escenario idóneo para sentenciar el duelo, pero justo entonces el guion dio un vuelco absoluto.

El protagonista fue Ahmed Elkhouga, que lideró un parcial de 4-0 que devolvió el empate (20-20) y obligó a Dani Gordo a pedir tiempo muerto para frenar la avalancha. El pabellón alcarreño, que hasta ese momento había vivido más con inquietud que con entusiasmo, comenzó a empujar con fuerza a los suyos.

Remontada y un final a cara o cruz

Con la inercia completamente invertida, Guadalajara llegó a ponerse por delante por primera vez (22-20). El Ademar, bloqueado tanto en ataque como en defensa, veía cómo Fabio Chiuffa se sumaba al festival local ante una zaga marista desbordada.

Dani Gordo intentó repetir la fórmula empleada en Europa con una defensa 5-1 y Sergio Sánchez adelantado, lo que permitió que su equipo recuperara el pulso. Así llegó el empate en el último minuto, dejando la última posesión para los locales. Guadalajara tuvo en su mano ampliar la herida, pero el marcador terminó congelado en un 26-26 que, visto el derrumbe ademarista, acaba sabiendo a alivio.