Intenso y agridulce empate del Ademar en su visita a Logroño
Máxima intensidad. El empate del Ademar en Logroño (33-33), sellado por un gol sobre la bocina de los locales, frustró al conjunto leonés que había acariciado el triunfo gracias a la destacada actuación de Miñambres, protagonista indiscutible del encuentro con siete tantos. A pesar de romper la racha ganadora de ocho partidos consecutivos del equipo riojano, la sensación para los maristas fue la de un resultado agridulce.
El Ademar, tras afrontar competición europea días antes, afrontó uno de los enfrentamientos más exigentes fuera del Palau Blaugrana y, pese al sólido botín cosechado, quedó a las puertas de un premio completo que hubiera tenido un sabor distinto de no haberse escapado la victoria en el último segundo.
Miñambres, determinante
Desde el primer minuto mostraron los de Dani Gordo su voluntad de competir en igualdad de condiciones pese a su exigente calendario. Un arranque convincente, apoyado en las aportaciones de Adrián Fernández —que se tuvo que retirar lesionado— y Lindqvist, propició la primera ventaja significativa para los visitantes (4-6). La rápida reacción de Logroño, con un parcial de 3-0 neutralizó rápidamente esa ventaja inicial.
Durante todo el partido, la alternancia en el marcador fue continua, con Logroño aprovechando sus oportunidades a la contra y Saeid creciendo bajo los palos leoneses. Miñambres, efectivo en los lanzamientos, contribuyó para que Ademar alcanzara el descanso dos tantos arriba (17-19), tras resistir el empuje local en los compases previos al entretiempo.
Máxima igualdad
Tras la reanudación, la ventaja desapareció rápidamente debido a un parcial de 4-1 en favor de Logroño, aunque los visitantes reaccionaron encontrando soluciones en el juego con los pivotes. Lograron situarse nuevamente dos goles por delante después de un tanto de Gonzalo y otro de Edu, situando el marcador en 26-28 a falta de diez minutos.
El tramo decisivo del encuentro vio un nuevo parcial adverso para Ademar, que llegó con el depósito casi agotado. No obstante, tras un tiempo muerto solicitado por Gordo, Darío Sanz cortó la mala racha y, en medio de un intenso intercambio de goles, el empate a 30 fue obra de Miñambres con un potente lanzamiento. La fase final, tras varios cambios en el liderato y acciones defensivas de mérito —incluido un robo de Benites—, dejó el resultado final en tablas después de un último tanto de Aitor García que aseguró el empate y selló un reparto de puntos que reflejó la igualdad y disputa del encuentro.
Ficha técnica