Ni selfies ni postureos, solo rock and roll
Una cita ineludible para los amantes del mejor rock and roll y el buen rollo. El Espina Fest de Vega de Espinareda llega este verano (27, 28 y 29 de junio) a su cuarta edición consolidando su apuesta por los sonidos underground, una combinación de rock, garaje, punk, surf y rhythm & blues -y este año incluso tango fusión-, con un cartel de autentico lujo que mezclará sobre sus dos escenarios principales a bandas conocidas y emergentes llegadas hasta las calles de esta pequeña localidad berciana desde cuatro continentes y que hacen de este festival una de las apuestas más potentes de todo el noroeste peninsular.
Impulsado por Iván Pérez desde su cuartel general en la ya legendaria tienda Chopper Monster del madrileño barrio de Malasaña (que este año además, cumple 20 años) y gracias al apoyo del Ayuntamiento de Vega de Espinareda y los hosteleros de la localidad, el Espina es algo más que un festival al uso de esos que tanto proliferan al calor de oscuros fondos de inversión y ticketeras de dudosa solvencia: "Es una verbena de rock and roll en la que todo el mundo está con una sonrisa durante tres días disfrutando de la música y del arte", explica su fundador, ideólogo y programador desde Madrid.
Un público melómano
Y quizá ese sea el secreto del éxito del Espina, un festival "hecho desde el cariño y con todo el corazón" que "no tiene ánimo de lucro ni afán económico". "Yo trabajo gratis y solo quiero llenar mi pueblo de música y cultura. Y eso se nota", asegura Iván 'Chopper'. Eso, y un público entregado "que ya es de los 30 años en adelante, muy melómano, entendido" y que "va a disfrutar de los concierto y a pasárselo bien".
Porque al Espina no viene la gente "ni a hacerse selfies, ni a figurar, ni a lucir modelito; es un parque temático del rock and roll donde todo el mundo acaba siendo feliz y alucinando con el pueblo y con El Bierzo" en el que "las bandas tocan súper enchufadas, en una comunión increíble con el público y cuando acaban se bajan y son un espectador más".
El mejor rock and roll de cuatro continentes
El cartel (que es obra del ilustrador australiano Lluis Fuzzhoud) es apabullante, probablemente el mejor de todos los festivales de su género en España. Comenzando por la emisión en directo del mítico programa de Radio 3 'El Sótano', que ya vale una visita a la cuenca por sí mismo. Y es solo el principio.
Desde Japón llegan Guitar Wolf, de Australia The Cha Cha Chas, de México Sex Sex Sex, de California THe Schizophonics, de Suiza Sex Organs... una constelación rockera difícil no ya de superar, sino de igualar a la que se suman bandas míticas del panorama underground patrio como los asturianos Doctor Explosion o los Nikis de La Pradera. Además, los gallegos Blind Crows, Bo Derek's o Indy Tumbita & The Voodoo Bandits formarán junto a Las Gónadas y los madrileños Capitán Entresijos, los vascos La Secta, Varonas, Los Pólipos e Imperial Surfers.
No faltarán a la cita los grupos locales, desde León nadie mejor que Holy Sheep, desde Ponferrada Raven Dreams y Las Princesas, y desde Madrid, Los Chicos, que regresan a tierras leonesas tras su gira australiana; ni el homenaje a Luis Silva a manos del tango de los maravillosos Malevaje.
Pinchadas, food trucks y mercadillo
Y por si fuera poco, en el escenario del río habrá pinchadas "en riguroso directo y riguroso vinilo" desde las 5 de la tarde hasta las 5 de la mañana. "Puedes estar viendo los conciertos en la plaza mayor y moverte un poco para descansar o cambiar de ambiente o darte una vuelta por los food trucks y el mercadillo", explica el promotor, que también recomienda la experiencia en autocaravana o en tienda de campaña, dado que los albergues y hoteles de la zona ya cuelgan el cartel de llenos.
La génesis de una lúcida locura
La cita que convierte a Vega de Espinareda en una referencia internacional por un fin de semana "surge a raíz de la pandemia", explica su creador. "Me encanta ir a mi pueblo a ver a mi padre y no se podía. Cuando por fin pude ir, me encontré que toda la zona, desde que cerraron las minas estaba bastante decaída", continúa. Y así, de manera casi casual, Iván se encontró con el alcalde y se ofreció a hacer algo chulo para revitalizar la zona. Una conversación que fue algo así
- Yo estoy ahí en Malasaña con la tienda, en el corazón de Madrid, ¿por qué no os aprovecháis de mí? Conozco muchísima gente, tengo mucha relación con la gente de la música y del underground, conozco a muchos artistas, sellos, promotores... podemos hacer algo chulo aquí que sea un referente nacional o internacional.
- ¿Qué te piensas Iván, que esto es Hollywood?
- Sé que no lo es, pero mi único afán es hacer algo. No quiero dinero ni nada, trabajo gratis, y entre todos podemos hacer algo bonito.
Y con el empuje de este apasionado nació el que ha pasado a la historia como "la edición cero". Porque pese a que todo estaba preparado, producción, promoción, cartel... una nueva oleada del maldito Covid se llevó el festival por delante pero "se plantó la semilla". De hecho, recuerda Iván, "pese a todo, hubo gente que se plantó en Vega y sirvió para que muchos comenzaran a alucinar con la zona".
Un escaparate de lujo para las cuencas
Más allá de la música, iniciativas como el Espina son de vital importancia para revitalizar la comarca tras la ruina desatada por el cierre de las minería. "La población de Vega de Espinareda que son unos 4.000 habitantes, se puede multiplicar por cuatro o por cinco ese fin de semana. Es un festival sin ánimo de lucro, no hay que desembolsar 80 o 100 euros y ese dinero se lo va gastar comiendo, bebiendo, comprando en las tiendas de la zona, se van a ir con el maletero lleno de miel, vino, embutidos...", explica Iván.
Es una inyección económica para el pueblo pero, sobre todo, lo importante es "la promoción del lugar". "Vega es Reserva de la Biosfera de la UNESCO y puerta de entrada a los Ancares Leoneses. Tiene una zona fluvial alucinante, un monasterio benedictino del siglo IX, un puente romano precioso y una gastronomía fantástica que es importante que la gente descubra y vuelva a Madrid, a Barcelona, a Valencia, a Inglaterra o a Holanda, porque viene gente de todo el mundo, y hablen del sitio, de lo increíble del paraje, de la gente. Es un escaparate muy importante para la zona".