Regresa a casa el retablo de San Martín de la Cueza tras su restauración

Hace escasos días varios transportes de grandes dimensiones se detenían en las puertas del templo parroquial de San Martín de la Cueza. Sus vecinos llevan cuatro años anhelando volver a ver presidir el altar de su iglesia parroquial el retablo del S.XVl que partió en agosto de 2021 hacia el taller de restauración del obispado de León.
La insistencia de la Junta Vecinal y un primer impulso del ILC a través del programa de Restauración de Bienes Muebles en 2019 que subvencionó la restauración del primero de los lienzos con un importe de 1.875, 50 euros, desvelaba que la obra escondida detrás del humo que cubría los lienzos teñidos de negro, reunía calidad, valor y contenido digno de recuperar.
Una restauración artesanal y meticulosa
La artífice de tan singular y arduo trabajo ha sido la restauradora del taller del obispado, Marta Eva Castellanos, quien ha luchado sin descanso con barnices que desprender, lienzos raídos y pinturas descompuestas hasta lograr sacar la obra de la situación de deterioro en que se encontraba.
El taller de restauración del Obispado de León constituye el único enclave en la provincia para poder llevar a cabo actuaciones de este tipo que permiten la puesta en valor y recuperación de piezas dignas de exposición y que de otra manera los pueblos serían incapaces de acometer. “Constituye una oportunidad de salvarse al valioso patrimonio legado de nuestros antepasados, que estuvo a punto de ser quemado y destruido y que de no ser por el trabajo realizado en el taller y la posibilidad de llevar a cabo una actuación conjunta en materia de financiación, nunca hubiera sido posible. Espero que el obispado sea capaz de mantenerlo muchos años” manifiesta Rosa María Quintanilla, Presidenta de la pequeña localidad que muestra un agradecimiento infinito hacia la labor efectuada en el taller del obispado y en especial hacia sus trabajadores.
Esfuerzo vecinal sin ayuda institucional
A través de un convenio formalizado en tiempos de pandemia con una duración de cinco años donde la Junta Vecinal de San Martín de la Cueza con gran esfuerzo de sus vecinos asume el 50% del importe total de la restauración (unos 20.000 euros) y el obispado el resto, ya que no cuenta con ninguna ayuda de la Junta pese a haber tocado la puerta de Patrimonio, la magnífica obra escondida en los negros y rasgados lienzos ha visto la luz. Se trata pues de la recuperación del patrimonio artístico cultural más importante con que cuenta la localidad y un referente en el marco de los retablos del siglo XVI que alberga la comarca de Tierra de Campos. Recordemos que el municipio de Sahagún cuenta con cuatro de ellos en la actualidad a lo que hay que sumar el de otras localidades vecinas como Gordaliza o Vallecillo.
Una joya con detalles únicos
Se trata de un retablo con tres alturas y cuatro calles conformadas por lienzos que narran la vida de la Virgen en la parte superior, de Cristo en la intermedia y de San Martín de Tours (patrono de la localidad) en la parte baja. A mayores, una calle central acoge de arriba a abajo las esculturas de Santa Águeda, San Juan Bautista y en la parte baja San Martín de Tours, todas ellas tallas de enorme valor artístico y calidad escultórica. Como dato significativo la aparición del rey Felipe III en una de las escenas de consagración o algunos elementos del “Nuevo Mundo” como un pavo o figuras con rasgos orientales. Y es que al igual que no podemos visitar la fachada de la Universidad de Salamanca sin visualizar la famosa rana, no deberíamos dejar de visitar el retablo de San Martín de la Cueza para encontrar el pavo que esconde entre muchas de sus singulares imágenes.
Celebración en las fiestas patronales
Será con motivo de la celebración de las fiestas patronales cuando San Martín de la Cueza celebrará por todo lo alto este hito histórico en la localidad, con la bendición del retablo a cargo del Sr. Obispo de León D. Luis Ángel de las Heras y la explicación de la obra por parte de la restauradora Marta Eva Castellanos.
El “milagro” ha sido posible, las personas con arraigo en la localidad disfrutan de algo inaudito, acontecimiento que muchos de los que ya nos han dejado hubieran querido vivir. A todos ellos también se les recordará en el acto que se celebrará el 16 de noviembre y en el que vecinos y representantes locales entusiasmados ya se encuentran trabajando.