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El fútbol paraliza León

El Reino vibra: la afición culturalista empuja a su equipo

Miles de seguidores tiñen de blanco León y convierten la llegada de la Cultural al estadio en una fiesta de esperanza, pasión y compromiso con el sueño del regreso a Segunda División

León vivió este sábado una de esas jornadas que quedan grabadas en la memoria colectiva. Desde horas antes del decisivo encuentro entre la Cultural y el Andorra por el ascenso a Segunda División, el entorno del Reino de León se convirtió en el escenario de una exhibición de fe y amor por los colores rojiblancos.

Miles de aficionados comenzaron a llegar al estadio cerca de dos horas antes del pitido inicial, y no lo hicieron en silencio: cánticos, bufandas al viento, bengalas y una atmósfera eléctrica recibieron al equipo culturalista en su llegada, en un auténtico pasillo de ánimo y esperanza. El objetivo era claro: empujar a los jugadores desde el primer segundo, incluso antes de que la pelota empezara a rodar.

Un pasillo con sabor a victoria

Como ya ocurriera en los anteriores partidos ante el Nàstic y el Barakaldo —ambos saldados con victoria—, los seguidores leoneses repitieron ritual. Pero esta vez, la magnitud fue aún mayor. La calle que atraviesa el fondo norte hasta el aparcamiento del estadio se llenó de un mar de seguidores que no dejaron de corear: «¡Que sí, joder, que vamos a ascender!».

Los jugadores, visiblemente emocionados, bajaron del autobús sintiendo el calor de su gente, conscientes de que no estaban solos en esta batalla final por el ascenso. Atrás quedaba ya la decepción de Ponferrada. Hoy, la Cultural cuenta con una racha invicta en casa desde diciembre y un ejército de seguidores que no deja de soñar.

El Reino, un fortín teñido de blanco

Dentro del estadio, la respuesta fue igual de contundente. Las 13.500 localidades del Reino de León se agotaron el mismo día que salieron a la venta. Además, el club promovió la iniciativa «Todos de blanco», animando a los aficionados a vestir ese color como símbolo de unidad, pureza en la lucha y un nuevo comienzo.

La Cultural ha cuidado cada detalle para que este 24 de mayo no sea un partido más, sino el día en que se recuerde cómo un equipo y su afición se fundieron en un mismo latido por un mismo sueño: volver al fútbol profesional.

Una ciudad, una pasión, un objetivo

El impulso de la grada ha sido determinante durante toda la temporada, y este sábado no fue la excepción. El Reino de León no es solo un estadio: es un símbolo. Y su gente, la afición culturalista, ha demostrado una vez más que está preparada para ascender tanto como su equipo.

El balón aún no ha echado a rodar, pero la afición ya hizo lo suyo: marcar el primer gol del partido más importante del año.