El Bierzo clausura 'Comanda en Ruta', un proyecto contra la despoblación rural
El Consejo Comarcal del Bierzo ha puesto este jueves el broche final al programa “Comanda en Ruta. Un paso más”, una iniciativa pionera orientada a combatir la despoblación rural a través del sector agroalimentario y la restauración. El proyecto, financiado con 148.000 euros por el Ministerio de Transición Justa y Reto Demográfico, se clausuró con un acto de entrega de diplomas y reconocimientos celebrado en Molinaseca.
El evento estuvo presidido por el presidente del Consejo Comarcal, Olegario Ramón Fernández, y la consejera comarcal de Formación, Empleo y Agenda 2030, Laura Fernández, y contó con la presencia del subdelegado del Gobierno en León, Héctor Alaiz, en representación del Ejecutivo central.
Un proyecto puntero
“Comanda en Ruta” fue el décimo proyecto mejor valorado de los 610 presentados a nivel nacional y se centró en mujeres y jóvenes de municipios de menos de 5.000 habitantes. El objetivo: fomentar el agroalimentario y la restauración como palanca para fijar población y poner en valor el producto local, en conexión con la Senda de las Cantinas.
Olegario Ramón definió el programa como “un proyecto bien pensado, bien ejecutado y que va a generar, a su vez, proyectos de vida digna en el Bierzo para varias personas”. El presidente comarcal subrayó que ya se están viendo resultados inmediatos, como “peticiones de empleo” y la incorporación de participantes al sector de la restauración incluso antes de finalizar la formación.
Empleo y futuro rural
Entre los logros destacados, Ramón avanzó que la cantina de Porcarizas podría reabrir gracias al interés de tres personas tras su inclusión en las gastro-rutas. “Creo que es de los proyectos bien hechos, de los que nos hacen estar muy orgullosos… y que al final se van a traducir en empleo, además en el medio rural”, afirmó.
El presidente anunció además su intención de dar continuidad al programa: “Ante la convocatoria de nuevas ayudas del MITECO, queremos preparar un proyecto para continuar una fase más, porque es una gestión adecuada de dinero público que genera riqueza, empleo y recuperación”.
Apuesta institucional
La consejera Laura Fernández reafirmó el compromiso del Consejo Comarcal con este tipo de iniciativas. “Estamos muy orgullosos y vamos a seguir apostando. Podemos decir con la cabeza bien alta que desde el Consejo Comarcal se trabaja por y para las personas, con proyectos reales”, señaló, invitando a los participantes a una futura edición: “Os esperamos en la segunda edición, que ya estamos trabajando en ella”.
Por su parte, el subdelegado del Gobierno en León, Héctor Alaiz, agradeció “el trabajo del Consejo Comarcal” y destacó que el proyecto “demuestra la apuesta del Gobierno por el reto demográfico”. Resaltó la formación en dos nichos de empleo clave: “la restauración de alta calidad” y “el emprendimiento agrícola juvenil”, y defendió la importancia de “apostar por el producto de proximidad” como seña de identidad del Bierzo.
Un programa integral
El proyecto se articuló en varias líneas de actuación complementarias:
Gastroescuela: un curso de excelencia en restauración y gastronomía de 250 horas, con 10 alumnos de entre 17 y 61 años, que ha dado lugar a la creación de 11 nuevas empresas tras atender a 78 personas interesadas.
Gastrorutas: 16 rutas gastronómicas por 19 cantinas rurales, con 225 participantes de 30 localidades y una lista de espera de 102 personas, ofreciendo 108 degustaciones basadas en 96 recetas.
Agroméntoring: formación tutelada en testeo agrario para cinco alumnos y alumnas, con apoyo técnico de los sellos de calidad.
Gastroblog y recetario: creación de un blog en turismodelbierzo.es que recopila 162 recetas elaboradas durante el proyecto.
Reconocimiento a las cantinas
Durante la clausura se entregaron diplomas al alumnado y premios a las cantinas participantes, entre ellas el Bar Gonçalves (mejor degustación general), Amalavida (receta más innovadora), Cantina O Fiandón (mejor servicio) y la Cantina de Teixeira (degustación más sostenible). La jornada concluyó con una degustación elaborada por el alumnado de la gastroescuela, símbolo del impacto real de un proyecto que ha unido formación, territorio y futuro para el Bierzo.