El Bembibre no remata su salvación y desciende tras la sorpresa del Mansillés

El Atlético Bembibre llegó a la última jornada con todo a favor para lograr la permanencia, pero el fútbol, impredecible como siempre, le dio la espalda. Bastaba con un empate ante un rival sin nada en juego para seguir en Tercera RFEF, pero una derrota dolorosa frente al Becerril, unida a resultados inesperados en otros campos, terminó condenando a los rojiblancos al descenso a la Regional de Aficionados.
El equipo dirigido por Manolo Pérez, que había peleado hasta el último suspiro por evitar el descenso, no supo aprovechar un escenario en teoría favorable, cerrando así una temporada tan complicada como irregular.
Un desenlace que parecía improbable
Aunque el conjunto berciano llegaba con la esperanza de salvarse sumando al menos un punto, el Becerril se adelantó muy pronto en el marcador, con un gol en el minuto 3 que acabaría siendo definitivo. Lejos de reaccionar, el Bembibre no encontró su juego en un partido decisivo para su supervivencia en la categoría.
El guion se torció aún más cuando el Becerril se quedó con un hombre menos durante buena parte del encuentro. Sin embargo, los rojiblancos no supieron sacar provecho de su superioridad numérica y no lograron inquietar con claridad la portería local. La frustración se apoderó del equipo, que, pese a los intentos, no pudo evitar una derrota que selló su destino.
Para colmo, los resultados ajenos tampoco acompañaron. El Atlético Mansillés, que no había ganado un solo partido fuera de casa en toda la temporada, logró una sorprendente victoria en Mojados. Ese triunfo, sumado a la caída del Bembibre, certificó la salvación milagrosa del conjunto leonés y el descenso de los bercianos, que acompañarán a Ciudad Rodrigo, Briviesca y Laguna en la Regional de Aficionados.
Punto y final a una temporada llena de altibajos
Este descenso pone fin a una temporada llena de altibajos, en la que el Atlético Bembibre cambió de entrenador y nunca consiguió la regularidad necesaria para escapar del pozo. Desde el inicio del curso, el equipo mostró síntomas de inestabilidad, y aunque luchó hasta el final, la derrota en Becerril marcó el cierre de un ciclo en la Tercera RFEF.
Con este desenlace, el club afronta ahora un nuevo reto: reconstruirse desde la Regional, recuperar la confianza perdida y, con trabajo y paciencia, soñar con el regreso a la categoría. Un nuevo capítulo comienza para un equipo que, pese a las adversidades, nunca dejó de luchar.