'El Gordo' que se fue a la zona cero de los incendios en León
El primer premio del Sorteo Extraordinario de Navidad ha tenido un fuerte componente simbólico en la provincia de León. El número 79.432 repartió millones de euros en varias localidades que el pasado verano estuvieron en el centro de los incendios forestales más graves registrados en décadas, dejando tras de sí pérdidas humanas, daños ambientales y un profundo impacto social.
La Bañeza, el principal foco del premio
La mayor consignación del Gordo se localizó en La Bañeza, donde se vendieron 117 series en una administración situada en la plaza del Obispo Alcolea. El premio supuso la llegada de 468 millones de euros a una localidad de unos 10.000 habitantes que, hace apenas unos meses, vivió con angustia el avance del incendio de Molezuelas de la Carballeda.
Aquel fuego, considerado uno de los más devastadores de la historia reciente de la comunidad, rodeó el municipio y causó la muerte de Abel Ramos, vecino de La Bañeza, y de su primo Jaime Aparicio, ambos fallecidos durante las labores de extinción.
Villablino y el recuerdo del incendio de Orallo
La suerte también alcanzó a la comarca de Laciana. En Villablino, la administración situada en la avenida de la Constitución distribuyó 50 series del número premiado, equivalentes a 200 millones de euros. La localidad fue una de las más afectadas por el incendio de Orallo, que arrasó miles de hectáreas y obligó a desalojos en pleno verano.
La cercanía del fuego a espacios de alto valor ambiental, como el entorno del Parque Nacional de los Picos de Europa, incrementó entonces la preocupación social y mediática en toda la zona norte de la provincia.
La Pola de Gordón completa el reparto
El mapa del Gordo en León se completa con La Pola de Gordón, donde se vendieron 14 series del 79.432, lo que supone 56 millones de euros. Aunque este municipio de la Montaña Central no sufrió los incendios con la misma intensidad que La Bañeza o Villablino, se trata de una zona deprimida
Un premio con lectura social
El reparto del primer premio en estas localidades ha sido interpretado como un impulso anímico para territorios que aún tratan de recuperarse de un verano especialmente duro. A los efectos de los incendios se suman problemas estructurales como el cierre de industrias históricas, la pérdida de empleo y el envejecimiento de la población.


