El Gobierno insiste en poner un bus eléctrico en la línea urbana de Feve en León y rechaza el tren-tram en el corto y medio plazo
El futuro de la antigua línea de Feve en León capital no tiene solución. El secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano Clavero, ha asegurado que las previsiones de uso no justifican, de momento, la puesta en marcha del tren-tram.
“Ese recorrido podría tener en torno a 700 o 760 pasajeros diarios. Es una cantidad muy pequeña”, ha declarado en una entrevista recogida por el Diario de Valladolid.
Santano recordó que el proyecto lleva años bloqueado. “Yo creo que esa es la razón por la que no se ha hecho el tren-tram en los últimos años. No es una decisión nuestra. Llevamos muchos años con esa decisión pendiente en León”, subrayó.
Un trazado para la movilidad sostenible
Pese a descartar el tren-tram a corto plazo, el secretario de Estado defendió que la traza de la antigua Feve debe ser aprovechada. “Alguien hizo ahí un trazado y yo soy de los que creen que debería utilizarse para mejorar la movilidad sostenible de León”, apuntó en la misma entrevista.
El responsable de Transportes insistió en que el recorrido no debe convertirse únicamente en un paseo peatonal o ciclista, sino en una infraestructura útil para la movilidad urbana.
Propuesta de autobuses eléctricos
Como alternativa inmediata, Santano plantea la implantación de autobuses sostenibles. “Podríamos perfectamente, transitoriamente, adaptar ese recorrido para que, por ejemplo, un autobús eléctrico o más de uno pudieran cubrir el trayecto”, explicó.
El plan permitiría enlazar desde la estación actual no sólo con Matallana, sino también con la estación de Alta Velocidad, facilitando —en palabras del secretario de Estado— “una oferta rápida a la ciudadanía de León sin perjudicar decisiones futuras”.
Esperando desde 2011
Desde que el tren dejó de llegar a Matallana el 19 de septiembre de 2011, la pérdida de pasajeros ha sido sostenida. De los 329.000 usuarios de Feve en ese año, la cifra cayó a 131.600 en 2016 y podría rondar hoy los 55.000, según estimaciones no oficiales.
Mientras tanto, León reordena el asfalto, pero sigue esperando un tren que hace 14 años dejó de llegar al corazón de la ciudad.
