Honor al Nazareno, orgullo de todo León
'Rendir honores' suponía, en la Antigua Roma, "mostrar respeto, reconocimiento y admiración a una persona o institución, generalmente a través de ceremonias y rituales". 'Rendir honores' supone en la Roma del Año Jubilar, la devoción y emoción mostrada por los miles de devotos que abarrotaron este sábado las calles de la ciudad eterna para contemplar al paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno ante lugares emblemáticos en una cita doblemente histórica.
La Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno de León fue una de las tres únicas hermandades españolas invitadas a participar en la Gran Procesión del Jubileo de las Cofradías, organizada en Roma con motivo del Año Jubilar. Un hito que convierte al conocido como el ‘Señor de León’ en la única imagen española presente en dos grandes eventos vaticanos, tras su participación en la Jornada Mundial de la Juventud de 2011 en Madrid.
Más de mil personas procedentes de León —entre braceros, músicos, familiares y fieles— se desplazaron hasta la capital italiana para rendir tributo a su imagen. Viajaron en tres autobuses, dos vuelos chárter fletados por la agencia leonesa Viajes Bentravel y muchos otros medios particulares.
El ‘Señor’ en la calle: aplausos, silencio y lágrimas
Desde las 10:30 horas comenzaron los preparativos en el entorno de la Piazza Celimontana, donde una carpa resguardaba la talla barroca del Nazareno, obra anónima del siglo XVII. A las 13:30, se produjo la esperada salida del paso al son de la marcha ‘Cerca de ti’, interpretada por la Agrupación Musical del Dulce Nombre, mientras los allí presentes —leoneses y romanos, fieles y turistas— rompían en aplausos y emociones.
“Ya está el Señor en calle”, se escuchó entre la multitud. Las banderas de León ondeaban tras las vallas, el silencio envolvía el avance del paso, interrumpido solo por los vítores: “¡Viva León y viva el Nazareno!”
El paso fue portado por 360 braceros, que se turnaron en tres relevos para sostener el peso de la fe a lo largo de un recorrido de más de seis horas.
Encuentro entre imágenes: el Nazareno, el Cachorro y la Esperanza
El desfile ofreció momentos de profunda simbología, como el gesto de confraternización entre las tres cofradías españolas presentes en Roma: la carpa del Cristo del Cachorro de Sevilla y la de la Esperanza de Málaga se abrieron al paso del Nazareno de León, en señal de hermandad y respeto mutuo.
El recorrido continuó por via Claudia, en unión con otras destacadas devociones internacionales como la Cruz Patriarcal de Mafra (Portugal), el ‘Devot Christ’ de Perpiñán (Francia) o la Virgen de los Dolores de Enna (Italia). La imagen leonesa encabezó la representación española en una jornada que culminó al anochecer, tras un itinerario por enclaves cargados de simbolismo como el Circo Máximo, el Aventino o el Coliseo.
Una jornada que queda en la historia: León y Roma unidas por la fe
El paso del Nazareno por Roma ha marcado un hito no solo para la Cofradía, sino para toda León. Por primera vez, su imagen más representativa ha sido reconocida a nivel internacional en uno de los mayores eventos religiosos del calendario católico.
Los miles de personas que acudieron a presenciar el acontecimiento vivieron una experiencia inolvidable, con el Nazareno como embajador del fervor leonés en el corazón espiritual del mundo. La emoción se transformó en orgullo, y la jornada quedó grabada en la memoria de todos los presentes.
"Rendir honores" ha cobrado un nuevo sentido. En Roma, bajo la mirada de siglos de historia, el Nazareno de León ha sido testigo de una devoción sin fronteras. León, otra vez, estuvo a la altura de su Señor.