La Junta renuncia a la planta de biogás en Puente Castro pero mantiene la central de biomasa en la capital

La Junta de Castilla y León ha comunicado oficialmente su desistimiento del proyecto de planta de biogás en Puente Castro, una decisión que se notificó a los interesados el pasado jueves 31 de julio y cuya publicación en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) se producirá en los próximos días. La renuncia responde, según ha anunciado este lunes Ecologistas en Acción, a la presión vecinal y la fuerte contestación social que ha generado el proyecto en el sur de la ciudad de León.
"No hay nada que celebrar: la amenaza de la biomasa persiste"
Para Ecologistas, la retirada del proyecto de biogás “no puede frenar la protesta ciudadana”, ya que la central térmica de biomasa, que sigue en marcha, “es tanto o más inviable en términos económicos, funcionales y ambientales”. En su comunicado, la organización subraya que esta decisión constituye una “modificación sustancial del Proyecto Regional”, un instrumento de ordenación que —denuncian— la Junta ha utilizado como “patente de corso para beneficiar los negocios de Somacyl”, pasando por encima del PGOU (Plan General de Ordenación Urbana).
88 megavatios de potencia a menos de un kilómetro de viviendas
La instalación prevista es una central de combustión de biomasa forestal con una potencia de 88 MW, que requerirá 128.000 toneladas anuales de astillas de chopo, pino, roble y encina cuya procedencia exacta se desconoce, según se recoge en la Autorización Ambiental publicada en el Bocyl del 11 de julio de 2025.
Desde Ecologistas en Acción advierten que “una vez construida, la central podría operar como una incineradora de residuos”, utilizando combustibles derivados de residuos (CDR), especialmente pellets elaborados a partir de los rechazos de residuos urbanos. “Es un combustible más barato y más fácil de obtener”, afirman, “y encaja en la apuesta de SOMACYL por la incineración, como demuestra el convenio que negocia actualmente con centros de tratamiento de residuos de toda la Comunidad”.
Afección a varios barrios de León
La organización ambientalista califica la central de biomasa como “la fuente más importante de contaminación atmosférica del municipio”, y alerta de que estaría situada a menos de un kilómetro de viviendas de los barrios de La Lastra, Puente Castro, Trobajo del Cerecedo, a 500 metros de Santa Olaja de La Ribera y poco más de un kilómetro de Vilecha.
“La contaminación no distingue barrios”, insisten, y advierten de la emisión de contaminantes peligrosos como el benzopireno, un compuesto cancerígeno asociado a la combustión de biomasa que se dispersará por el municipio “arrastrado por el viento”.
Llamamiento a la ciudadanía: “No repitamos la historia”
Ecologistas en Acción hace un llamamiento directo a los leoneses: “Apelamos a la solidaridad de quienes en Eras de Renueva, Cantamilanos y Navatejera ya sufrieron esta amenaza y lograron evitar una planta cerca de sus casas”. En su opinión, el proyecto de central de biomasa y red de calor es “obsoleto, insostenible y solo beneficiará a las empresas vinculadas a Somacyl” que resulten adjudicatarias de las obras.
Además, critican la pérdida de un espacio natural clave: el Soto de Santa Olaja, actualmente suelo rústico de protección natural, que el Ayuntamiento habría cedido “de forma fraudulenta” para este proyecto, en lugar de habilitarlo como zona de esparcimiento público.
Un proyecto que podría aumentar la deuda municipal
La instalación de la central y su red de calor asociada conllevaría una amplia obra de canalizaciones por toda la ciudad “sin saber a día de hoy cuánta demanda de agua caliente existe realmente”. Ecologistas en Acción denuncia que este tipo de inversiones, “además de innecesarias, suponen una carga económica para el Ayuntamiento que acabaremos pagando todos los vecinos”.