La "mierda" de Armunia
La pedanía leonesa de Armunia, a apenas tres kilómetros del centro de León capital, se ha convertido en el símbolo del abandono y la precariedad urbana. En pleno 2025, parte de sus viviendas vierten directamente las aguas fecales a la presa que atraviesa la zona. No hay depuradoras.
“La mierda flota en el agua y sigue su camino mientras nosotros seguimos en el olvido”, denuncia a Heraldo de León uno de los vecinos de la barriada que, reconoce, lleva viviendo en la zona toda la vida.
Las imágenes son desoladoras: calles sin aceras, solares mal vallados, basura acumulada y una red de saneamiento que parece anclada en los años sesenta. “Aquí no hay orden ni limpieza. Todo está al revés. Vivimos como si estuviéramos fuera de León”, lamenta otra vecina de la zona.
Basura, escombros y medicamentos en plena calle
El malestar vecinal crece a diario. Este miércoles, un residente se despertó con cuatro sacos de escombro depositados en la puerta de su casa. “En vez de llevarlos al punto limpio, me los dejaron aquí, como si fuera un vertedero”, explica indignado.
La escena se repite con la basura y los residuos sanitarios. “Ayer mismo aparecieron catorce cajas de medicamentos en los contenedores. Avisamos, pero nadie vino. Ni la policía ni nadie”, asegura un grupo de vecinos reunidos en la plaza principal.
“Aquí todo está al revés”
“Aquí todo está al revés”, sentencia el mismo vecino, que remarca cómo el deterioro es “permanente”. Y lo hace con una invitación: “Me gustaría que todos los políticos de León y los de la Junta se pusieran el bañador y se dieran un chapuzón en la presa. Esa es nuestra realidad”, remarca.
“Una estética del abandono elegante”
La Junta Vecinal de Armunia emitió días atrás un duro comunicado en el que denuncia la “indiferencia institucional” con la que el Ayuntamiento de León trata a la pedanía. En el escrito, la entidad lamenta la falta de mantenimiento de las infraestructuras básicas y la ausencia de servicios esenciales, como la calefacción en la Casa de Cultura o el estado ruinoso de las pistas polideportivas.
“Estamos sin parques, sin aceras y con instalaciones al borde del colapso”, advierten. Además, denuncian la “desaparición del parque Pablo Neruda”, un espacio verde que, según la Junta, “ha sido tragado por la desidia”.
Con un tono irónico y desesperanzado, el comunicado subraya que “el Ayuntamiento sigue su cruzada por el embellecimiento de León, mientras Armunia perfecciona su propio arte: la estética del abandono elegante”. “No hay aerotermia ni pavimento de caucho. Aquí las aceras son un anhelo espiritual”, añaden.
Sin respuesta institucional
Desde la Junta Vecinal insisten en que llevan años solicitando una reunión formal con el alcalde de León, José Antonio Diez, para abordar la situación del barrio, pero sin éxito. “Nos sentimos ciudadanos de segunda. Pagamos los mismos impuestos que el resto de León, pero vivimos en condiciones tercermundistas”, afirma su presidente.
Mientras tanto, los vecinos aseguran que el deterioro no deja de avanzar. “Cada día que pasa, Armunia se hunde un poco más. Nadie escucha y nadie actúa”, mirando hacia la presa donde, entre juncos y bolsas de plástico, aún flota el testimonio visible de un abandono crónico.