Emotiva carta del presidente de la Ponfe: orgullo, rearme y a seguir

La derrota por 0-1 ante el FC Andorra en el playoff de ascenso dejó a El Toralín mudo por unos segundos... pero no vencido. Apenas horas después del duro desenlace, el presidente de la SD Ponferradina, José Fernández Nieto, quiso dirigirse directamente a la afición blanquiazul con una emotiva carta de agradecimiento, ánimo y compromiso con el futuro.
“Ha sido un año intenso y cargado de emociones en el que hemos luchado hasta el final con el impulso que nos habéis dado”, subraya Fernández Nieto, recordando que, aunque no se logró el ansiado ascenso, el sentimiento de pertenencia sigue intacto.
“El señorío de esta afición emociona”
El presidente no escatima en elogios hacia la hinchada blanquiazul, especialmente por su comportamiento tras la derrota del pasado sábado. “Tiene un valor especial ver el comportamiento de todos en una situación tan difícil como la del pasado sábado”, asegura. El respaldo de la afición en los instantes más amargos fue, según el propio club, uno de los gestos más valiosos de toda la temporada.
“El señorío mostrado por todos los blanquiazules en la derrota, asumiendo con deportividad la celebración del rival”, confirma —en palabras del propio presidente— por qué la Ponfe y su afición se han ganado el respeto del fútbol español.
Una llamada a la esperanza
Lejos de quedarse en la melancolía, la carta se convierte pronto en un mensaje de impulso colectivo: “El fútbol siempre ofrece una nueva oportunidad”, recuerda Fernández Nieto, que confirma que el club ya ha comenzado a preparar la próxima temporada.
El proyecto 2025-26 ya está en marcha, “con toda la energía que recibimos de nuestra gente”, y con la convicción de que lo vivido servirá de combustible emocional. La derrota, lejos de apagar el sentimiento, “refuerza ese vínculo que pasa de padres a hijos y que hoy está más vivo que nunca”.
El Toralín, punto de encuentro
La carta finaliza con un mensaje directo a la grada: “Nos vemos pronto en El Toralín”. Con ese guiño al lugar que ha sido refugio y fortaleza durante la temporada, la Ponferradina lanza una promesa de continuidad, orgullo y reconstrucción.
La caída frente al Andorra no es el final, sino una pausa. La Deportiva ya camina.