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La inspección previa en la mina de Vega de Rengos se hizo en el mismo punto del derrumbe

Efectivos de la Guardia Civil en la bocamina momentos después del suceso en la explotación.

El consejero asturiano Borja Sánchez confirma que la revisión de Minas se efectuó 24 horas antes del siniestro en la zona donde murieron Óscar Díaz y Anilson Soares.

El accidente mortal ocurrido el pasado viernes en la mina de antracita de Vega de Rengos (Cangas del Narcea), donde fallecieron dos trabajadores, uno de ellos de Villablino, se produjo justo en el área que había sido examinada un día antes por técnicos de la Dirección General de Minas. Así lo explicó el consejero de Ciencia, Industria y Empleo, Borja Sánchez, tras la reunión del Consejo de Gobierno, precisando que la supervisión formaba parte de las visitas programadas por la Autoridad Minera.

El Principado ha puesto en marcha una investigación para esclarecer las causas del desplome en el que perdieron la vida los operarios Óscar Díaz y Anilson Soares. La recogida de datos se inició el mismo viernes por la tarde, con una entrada de inspectores en la explotación para recabar información técnica, documentación de seguridad y testimonios del personal presente.

Un derrumbe súbito en una galería de 70 metros

Los primeros informes sitúan el origen del siniestro en un hundimiento repentino del techo de un taller de arranque, situado en una galería de unos 70 metros donde la veta de antracita alcanza aproximadamente tres metros de potencia. El desprendimiento, registrado alrededor de las 17.00 horas, afectó a entre seis y ocho metros de superficie, lo que provocó que los dos mineros quedaran atrapados.

Durante las tareas de rescate se efectuó una inspección visual preliminar que apunta a un derrumbe inesperado, aunque la Consejería pide cautela a la espera de declaraciones de los trabajadores y de los peritajes técnicos. La Comisión Regional de Seguridad Minera se reunirá este miércoles para evaluar los primeros resultados y coordinar los siguientes pasos.

Permisos en regla y diferencias con el caso de Cerredo

Sánchez remarcó que la explotación gestionada por TYC Narcea dispone de autorización para extraer hasta 90.000 toneladas de antracita con fines de evaluación industrial, y que se encuentra sometida a controles periódicos de seguridad. Según indicó, las prórrogas del proyecto de investigación se concedieron al no haberse alcanzado aún el volumen máximo autorizado.

El consejero subrayó también que la situación administrativa de Vega de Rengos no es comparable con el expediente de Cerredo, donde en marzo murieron cinco mineros. En ese caso, recordó, se trataba de “una extracción no autorizada”, mientras que en la explotación de Cangas del Narcea toda la actividad se desarrollaba dentro del marco aprobado.

Reconocimiento a los equipos de rescate

En su intervención, Sánchez agradeció el esfuerzo de los cuerpos de emergencia, de los propios trabajadores que se sumaron a las labores de apoyo y de la Brigada Central de Salvamento Minero, cuya intervención resultó determinante para acceder con seguridad a la zona afectada y recuperar los cuerpos. El consejero reiteró la intención del Gobierno regional de avanzar hacia un acuerdo que asegure la continuidad operativa de este cuerpo especializado.

Investigación en marcha y comunicación con la Junta General

El Ejecutivo autonómico ha contactado con los grupos parlamentarios para trasladarles los primeros avances y mantenerlos informados del proceso. El Servicio de Minas, por su parte, continuará recopilando datos, contrastando hipótesis y documentando el estado de las últimas inspecciones practicadas a la empresa.

La Comisión Regional de Seguridad Minera recibirá en breve un informe con el seguimiento de las supervisiones a TYC Narcea y un avance sobre la mecánica del derrumbe que costó la vida a los dos mineros.