El sexto mejor restaurante del mundo es leonés: El Capricho
 
                León vuelve a brillar en el mapa gastronómico internacional gracias al reconocimiento de El Capricho como el sexto mejor restaurante de carne del mundo en el prestigioso ranking 101 Best Steak Restaurants. Ubicado en la pequeña localidad de Jiménez de Jamuz, este restaurante ha conseguido posicionarse como referente global por su propuesta centrada en la carne de buey, el rigor en los procesos y una experiencia gastronómica sin artificios, basada en la autenticidad.
El listado, elaborado por una red de expertos internacionales bajo evaluaciones anónimas, mide 28 criterios que van desde la calidad del producto, la precisión en la cocción y la carta de vinos, hasta el servicio o la coherencia del concepto gastronómico. En todos ellos, El Capricho ha destacado, situando a León en el epicentro mundial de la cocina cárnica.
Tradición y excelencia en una bodega leonesa
El Capricho no es solo un restaurante, sino un concepto nacido del respeto a la tierra, el animal y el fuego. Enclavado en una antigua bodega excavada en la tierra, el entorno ofrece una experiencia sensorial que remite a la tradición rural y a los orígenes de la cocina. José Gordón, su impulsor, ha hecho de este rincón leonés un santuario para los amantes de la carne, donde cada pieza servida es el resultado de años de conocimiento y entrega.
La cocina gira en torno a las brasas de encina, que dan vida a cortes de buey madurados durante meses, seleccionados de forma personal por Gordón en un proceso artesanal que prioriza el bienestar animal y el respeto por los tiempos naturales. Desde chuletas ceremoniales hasta carpaccios envejecidos o steak tartares cortados a cuchillo, cada plato es una oda al sabor profundo y a la identidad gastronómica de la zona.
Más que carne: territorio, estación y origen
La propuesta de El Capricho no se limita a la carne. La carta se completa con productos de temporada que celebran la riqueza hortícola del Valle del Jamuz: setas silvestres, pimientos, espárragos, berros y otras joyas del campo se incorporan con el mismo cuidado y respeto que los cortes principales. La repostería, lejos de lo convencional, fusiona técnicas tradicionales con creatividad contemporánea, ofreciendo un final de menú ligero y sorprendente.
Además, el proyecto se ha expandido con Bodegas Gordón, una iniciativa que recupera la tradición vitivinícola del valle, fortaleciendo la conexión entre territorio, producto y experiencia gastronómica.
 
Una visión que traspasa fronteras
El reconocimiento internacional de El Capricho es también el de su creador, José Gordón, cuya filosofía ha calado en foros tan prestigiosos como Madrid Fusión o el Basque Culinary Center. Defensor del medio rural y de una gastronomía basada en el tiempo, la paciencia y el arraigo, Gordón representa una voz firme frente a la velocidad y homogeneidad que marcan el consumo actual.
Las cifras avalan su éxito: 30.000 comensales anuales, más de 830.000 personas atendidas en su historia, 15.000 kg de chuleta servidos al año y 3.000 visitas guiadas convierten a El Capricho no solo en un restaurante, sino en un centro de peregrinación gastronómica con impacto económico y cultural en la comarca.
Un orgullo leonés con nombre propio
Jiménez de Jamuz, conocido por su tradición alfarera, suma ahora otro motivo de orgullo: albergar uno de los diez mejores restaurantes de carne del planeta. El Capricho ha logrado trascender como símbolo de excelencia, no solo por su cocina, sino por lo que representa: la fusión perfecta entre tradición, innovación y respeto profundo por el producto.
Este sexto puesto en la clasificación internacional no es solo un galardón, sino un reconocimiento a una manera de entender la gastronomía desde lo auténtico, lo local y lo universal al mismo tiempo. Una historia cocinada a fuego lento que, hoy, sabe a éxito.
 
                           
                         
            

 
           
           
          