San Andrés del Rabanedo, atrapado en el bloqueo administrativo por falta de interventor, no puede pagar sus nóminas
San Andrés del Rabanedo atraviesa una de sus mayores crisis administrativas. La falta de interventor municipal desde julio (la plaza está vacante desde octubre pero un interventor provisional cubrió ese periodo de tiempo) ha paralizado el pago de los salarios a los cerca de 300 trabajadores del Ayuntamiento —unos 700.000 euros— y mantiene en suspenso proyectos y contratos que en conjunto suman 2,5 millones.
“Día 4 y no hemos cobrado”, lamentaba este mismo jueves un funcionario en declaraciones a Heraldo de León, reflejando la incertidumbre que se repite ya por quinta vez en menos de un año.
Nóminas sin firmar y servicios básicos paralizados
La ausencia de este cargo clave no solo impide abonar las nóminas municipales, también bloquea pagos urgentes como la compra de un camión de basura valorado en 275.000 euros, financiado con fondos autonómicos, o el contrato del suministro de gas por 532.000 euros.
En el aire queda también el nuevo convenio de Bomberos, cifrado en 625.000 euros, y la oferta de empleo público, mientras que el borrador presupuestario de 22 millones de euros sigue sin llegar a pleno para su aprobación.
Un proceso de selección cuestionado
El puesto de interventor parecía resuelto en julio, tras un examen celebrado el 31 de mayo. Sin embargo, una denuncia de Izquierda Unida llevó a la Junta de Castilla y León a ordenar la repetición del proceso al considerar que el tribunal estaba compuesto “mayoritariamente por habilitados nacionales”.
El Ejecutivo autonómico cifró la proporción en seis habilitados y cuatro funcionarios. No obstante, el Gobierno municipal replica que se trató de un error de recuento: “En realidad fueron cinco y cinco. La Junta confundió la titulación de un miembro de la Diputación y eso es algo que les hemos transmitido y estamos a la espera”, sostienen desde el Consistorio en declaraciones a Heraldo de León.
Parches y salidas de urgencia
Para evitar el colapso económico, el Ayuntamiento ha recurrido en los últimos meses a un funcionario A1 de la casa que ha ejercido de interventor durante unos días concretos, lo justo para firmar nóminas. Este economista ya fue pieza clave en el otoño de 2023 (“Ha hecho un gran trabajo”, se advierte), cuando asumió temporalmente la Secretaría municipal para desbloquear un atasco de 600 expedientes.
La situación se arrastra desde octubre de 2024, cuando el viceinterventor pidió traslado, dejando vacante un puesto esencial para la gestión financiera.
Precedentes y un futuro incierto
No es la primera vez que San Andrés se ve atrapado por la falta de este perfil técnico. Hace apenas diez meses, la ausencia de interventor obligó a suspender una comisión de Hacienda en la que debía debatirse un crédito extraordinario de 6,5 millones de euros, destinado a inversiones tras los cambios normativos impulsados por el Ministerio de Hacienda.
Mientras se repite el proceso de selección, la incertidumbre se cierne de nuevo sobre los trabajadores municipales y sobre los vecinos, que sufren los efectos de un bloqueo administrativo que amenaza con prolongarse si no llega una solución definitiva.
