San Andrés del Rabanedo, desbordado por la basura y sin control efectivo de los residuos se convierte en un vertedero insalubre y desata el enfado vecinal
La estampa se repite y se repite. Y por el momento, no hay solución. Varias zonas de San Andrés del Rabanedo se mantienen desde hace días con montones de bolsas acumuladas junto a los contenedores, una imagen en medio de la ineficiencia municipal y el abandono. El tercer municipio más poblado de la provincia de León se enfrenta a una situación crítica en materia de limpieza urbana, con consecuencias directas sobre la higiene pública, la salud y el entorno urbano.
El problema se agrava tras la quema de contenedores —ya son ocho los destruidos en los últimos meses—, lo que reduce aún más la capacidad de recogida en un servicio que ya funciona al límite, o simplemente no es operativo en la situación actual. La falta de reposición inmediata de estos elementos está directamente ligada a la delicada situación de gestión económica municipal (no de remanente económico que algunos grupos municipales cifran por encima de los dos millones de euros).
Contenedores quemados y camiones averiados
El servicio de recogida de residuos opera actualmente con importantes restricciones. Tres camiones de basura se averiaron de forma simultánea, dejando a la flota municipal bajo mínimos. Esta circunstancia ha obligado a reorganizar rutas y a reforzar turnos de los conductores, una medida que, según se constata en la calle, no está logrando evitar la acumulación de desperdicios.
Desde el área de Limpieza se ha optado por una solución provisional: la colocación de contenedores de tapa marrón, destinados originalmente a residuos orgánicos, para recoger todo tipo de basura mientras no se puedan sustituir los dañados. La prioridad, mantienen desde el consistorio, es evitar riesgos sanitarios derivados de restos orgánicos en descomposición, aunque ello suponga relegar la recogida de envases y cartón.
Bloqueo político y recorte presupuestario
El trasfondo del problema es también político. La falta de acuerdo entre el equipo de gobierno y la oposición para aprobar la tasa de basuras ha reducido drásticamente la capacidad inversora del Ayuntamiento. El presupuesto disponible para este servicio ha pasado de 1,3 millones de euros a apenas 100.000, una cifra insuficiente para renovar contenedores, reparar vehículos o ampliar medios materiales.
Pese a este escenario, el consistorio ha sacado a concurso cuatro plazas de conductores para los camiones de recogida, con el objetivo de reforzar la plantilla. El plazo para presentar solicitudes finaliza el próximo 7 de enero.
El enfado vecinal va en aumento
Mientras tanto, el malestar ciudadano crece. Vecinos de distintos barrios han trasladado por escrito su hartazgo ante lo que consideran una situación cronificada: calles sucias, residuos sin recoger durante días, aparición de roedores y solares abandonados, especialmente en áreas menos transitadas. Algunas de estas quejas ya fueron elevadas en verano a las consejerías de Sanidad y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, que derivaron la responsabilidad al ámbito municipal.
Con contenedores insuficientes, vehículos averiados y un servicio tensionado, San Andrés del Rabanedo corre el riesgo de consolidarse como un vertedero urbano sin control, una imagen que deteriora la convivencia y pone a prueba la paciencia de sus habitantes. Y todo en un ayuntamiento en el que el pleno vive un bloqueo político fruto de intereses partidistas que, por el momento, se aleja del bien común y la convivencia vecinal.


