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'Campos del Renacimiento', el museo palentino con alma leonesa

No todo el mundo sabe que, a apenas una hora de León, se encuentra un museo que guarda en su interior parte esencial de la memoria espiritual, cultural y artística de esta tierra

No todo el mundo sabe que, a apenas una hora de León, se encuentra un museo que guarda en su interior parte esencial de la memoria espiritual, cultural y artística de esta tierra. El Museo Territorial Campos del Renacimiento, con sede en cuatro localidades palentinas –Becerril de Campos, Paredes de Nava, Cisneros y Fuentes de Nava–, no es solo un proyecto cultural único en España. 

Es también un espejo de la historia compartida con el antiguo Reino de León, un lugar donde santos, nobles y artistas leoneses dejaron su huella y cuya visita hoy se convierte en una experiencia cercana y profundamente reveladora.

Cisneros: ecos de la diócesis de León y la sombra de Sahagún

El caso de Cisneros, una de las ubicaciones de este proyecto museístico único, es paradigmático. Hasta mediados del siglo XX, esta villa palentina formó parte de la diócesis de León. Su cercanía a Sahagún, corazón espiritual y político del reino leonés, marcó su historia. No en vano, una de sus grandes iglesias está dedicada a San Facundo y San Primitivo, los mártires hispanorromanos que, según la tradición, fueron ejecutados en las riberas del Cea y cuyo culto dio origen al gran monasterio de Sahagún, considerado casi un panteón de los reyes de León.

La devoción compartida se percibe también en la presencia en Cisneros de los Santos Abdón y Senén, protectores del campo, especialmente venerados en tierras leonesas. Incluso la iconografía de la Virgen Peregrina –patrona de Sahagún– aparece en un lienzo del retablo de San José en la iglesia de San Facundo y San Primitivo.

Y aún hay más. El escultor Gregorio Español, cuyo nacimiento se atribuye históricamente a Cisneros, desarrolló su carrera en Astorga, donde fue figura muy reconocida y dejó algunas de sus obras maestras. Su legado, vinculado al obispado leonés, es una muestra más de cómo este museo recoge piezas de identidad compartida.

Fuentes de Nava: Don Bermudo y la raíz leonesa de una villa

La sede de Fuentes de Nava, última parada del recorrido, hunde sus raíces en León. La tradición histórica sostiene que fue repoblada en el siglo X por un noble leonés, Don Bermudo. En los documentos medievales aparece citada como Fuentes de Don Bermudo, topónimo que se mantuvo hasta finales del siglo XIX.

Algunos historiadores plantean incluso que aquel repoblador pudo ser el infante Bermudo, quien acabaría reinando como Bermudo II el Craso de León. Esta hipótesis convierte a Fuentes de Nava en un enclave directamente vinculado a la monarquía leonesa.

Pasear por sus calles, descubrir su artesonado mudéjar policromado en la iglesia de Santa María o contemplar la imponente torre de la iglesia de San Pedro, la llamada Estrella de Campos, es también redescubrir un pedazo de historia leonesa.

Un tesoro cercano: cinco sedes y una ruta de 50 kilómetros

El Museo Territorial Campos del Renacimiento es, ante todo, un proyecto singular. Nacido de la unión de los museos parroquiales de estas localidades, ofrece al visitante un itinerario cultural de 50 kilómetros que atraviesa algunos de los templos más hermosos de Tierra de Campos.

Aquí el visitante puede contemplar joyas como las tablas de los Reyes de Judá de Pedro Berruguete en Paredes de Nava, el monumental retablo de Francisco Giralte en Cisneros, o la delicada Asunción de Alejo de Vahía en Fuentes de Nava. Un recorrido que no solo nos habla de arte, sino también de fe, cultura y raíces compartidas.

En apenas una jornada, el viajero leonés puede sumergirse en una experiencia total: contemplar obras maestras en su lugar de origen, descubrir la influencia leonesa en estas tierras palentinas y disfrutar de la belleza del paisaje, con la Laguna de La Nava, el “Mar de Campos”, como colofón natural.

León y Palencia: una historia común que invita a la visita

El Museo Territorial Campos del Renacimiento acaba de celebrar su cuarto aniversario y supera ya las 50.000 visitas. Cada una de esas visitas ha sido un viaje en el tiempo, un encuentro con la raíz del Renacimiento en España, pero también con la memoria viva del Reino de León.

Por eso, más que un desplazamiento, la visita desde León es una extensión natural de la propia historia leonesa. Un plan cultural cercano, asequible y sorprendente, que une patrimonio, arte y turismo en un mismo relato.

Campos del Renacimiento es mucho más que un museo: es una experiencia que devuelve al pueblo leonés un capítulo de su propia historia. En apenas unos kilómetros, el visitante encontrará santos protectores del reino, nobles repobladores, artistas que hicieron de León su hogar y templos que hablan el mismo idioma cultural.

Campos del Renacimiento es, en definitiva, una magnífica oportunidad de recorrer un tesoro palentino con alma leonesa y poco conocido aún incluso entre los leoneses más comprometidos con el amplio y rico ‘sacrolegado’ artístico de esta tierra.