El tiempo

Cierra el 'Mesón La Despensa' y El Ejido pierde a uno de sus clásicos de la hostelería

Tras dos décadas en las manos de Tomás y Cristina convirtieron el local y su negocio en una gran familia de la que se han tenido que despedir obligados por un fondo con cara de buitre
Imagen, sometida a filtros, del Mesón La Despensa que cesa en su actividad tras dos décadas de actividad con los mismos propietarios.
Imagen, sometida a filtros, del Mesón La Despensa que cesa en su actividad tras dos décadas de actividad con los mismos propietarios.

Para los habituales del barrio del Ejido y del Barrio Húmedo el Mesón La Despensa era de la familia, un clásico. Siempre con la trapa levantada y la puerta abierta, siempre con la barra bien atendida, y con el producto de calidad.

Había clásicos de la gastronomía, algo de innovación, pero especialmente atención tan cercana que sentarse a la mesa era algo así como ir a la casa de la abuela y sentir el plato puesto.

Todo eso y mucho más lo habían conseguido Tomás y Cristina. Durante dos décadas ellos llevaron el timón y las riendas de un negocio que venía dando tumbos desde quince años antes.

A ellos les llegó por una suerte de casualidades que serían imposibles de narrar. Pero en el fondo, lo suyo era un reto.

- "A ver si sacáis esto adelante, que de los últimos propietarios ninguno ha hecho vida de este negocio", tuvieron que escuchar.

Y se pusieron a ello, al oficio.

"Somos del barrio, nos sentimos del barrio, así que siempre hemos intentado trabajar para el barrio", asegura Tomás.

Sin descanso

Un día, y otro, y otro y otro más... siempre con empeño, con ganas, arriesgando y sufriendo. De la nada hicieron un bar, de la nada se ganaron a decenas de clientes, de la nada hicieron una familia, la familia de 'La Despensa'.

Así que el negocio, paso a paso, terminó siendo la vida de sus propietarios y el orgullo de sus clientes.

Despensa_Cabeza_de_Vaca
Despensa_Cabeza_de_Vaca

El sueño feliz

Era un sueño feliz hasta que la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria se quedó con el inmueble en el que se ubicaba el local. Mal asunto cuando una sociedad así se convierte en la propietaria del local. "Han ido por lo legal, cuando terminó el contrato de arrendamiento simplemente nos han dicho que no se renueva, y nada les podemos decir", remarca Tomás.

Desde que se lo comunicaron todo fue una lucha imposible y desconsuelo sin fin: "Nos ha costado decir adiós, era nuestra vida", asegura.

Quedará su historia, sencilla, anónima y cargada de recuerdos. Y queda la familia de 'La Despensa' que, quien sabe, quizá se vuelva a reencontrar.