Los apagones... mentales

Estaba escribiéndoles sobre las identidades, los sentimientos -que salvo maximalismo inexcusable valen lo mismo para el leonesismo que para el bercianismo- y los debates sobre las celebraciones autonómicas con la que cae en la economía provincial, y lo que nos ha caído como meteorito clamando por la extinción de nuestro modo de vida occidental ha sido el apagón.
Apagones mentales ha habido en esta provincia muchos y sigue habiéndolos remunerados en la política. Empezando por el de quienes impusieron ideológicamente el fin del ciclo energético de las térmicas una década antes de lo que tocaba y no atendieron a razones. Ni del precio de la luz para todos los españolitos, ni de la pérdida de empleo y actividad en las zonas afectadas, como León, ni de la eventual insuficiencia del sistema eléctrico para soportar picos de demanda en ausencia de una energía de base tan segura como la térmica.
Que lo del apagón era sólo un invento conspiranoico de los profetas del apocalipsis, decían. Que nos iban a llover millones y millones para reconvertir las zonas afectadas por el cierre de térmicas, insistían. Tres en León, recuerden
Que ensuciaba, decían. Que era ineficiente, decían. Que lo del apagón era sólo un invento conspiranoico de los profetas del apocalipsis, decían. Que nos iban a llover millones y millones para reconvertir las zonas afectadas por el cierre de térmicas, insistían. Tres en León, recuerden. Casi nada. Que nos iban a faltar parados para tanto empleo nuevo de la transición ecológica, que ha terminado por no ser justa, ni transicionar a nada, ni garantizar algo tan elemental desde hace un siglo como conseguir que se encienda la bombilla al darle al interruptor.
No faltarán expertos sesudos que nos lo expliquen en los próximos días. Yo que me pasé unos añitos como Vicepresidente de la Comisión del Congreso de la cosa de la energía y que doy clase de Derecho de la Ciberseguridad no tengo ni criterio ni cualificación para saber si el apagón es lío atmosférico, conjunción planetaria de liderazgos socialistas que ha implosionado por fisión, desatención a una red pública española deficitaria en energías de base o hackeo masivo. Lo desconozco como los millones de españoles que verán atónitos a los expertos que poblarán los medios de comunicación pontificando, porque hoy son expertos en energía, el fin de semana pasado fueron reputados vaticanistas, ilustres conocedores de la protección civil cuando la dana y catedráticos de Relaciones Internacionales tras la invasión rusa de Ucrania.
Si es hackeo yo descarto a Marruecos, que tienen más fácil quitarnos Ceuta y Melilla que la luz en León. Descarto a China, porque la amistad sanchista nos preserva. Y casi descarto a Putin...
No sé a qué se debe el apagón, pero sospecho que nos lo van a contar muy tergiversadamente. Imagino lo que estarían diciendo algunos si esto le pasa a un gobierno del PP, pero no me consuela su miseria, porque me preocupa más la imagen interna y externa de un país que decimos es una de las economías punteras a nivel mundial. Hoy no le colamos ese cuento a un inversor internacional ni envolviéndoselo en cecina y buen vino, que es lo que nos queda cuando se va la luz, que con el envejecimiento provincial estamos para pocas otras cosas.
Si es hackeo yo descarto a Marruecos, que tienen más fácil quitarnos Ceuta y Melilla que la luz en León. Descarto a China, porque la amistad sanchista nos preserva. Y casi descarto a Putin porque no consigue recuperarse de la risa que le da el desgobierno de Trump en Europa. Seguro que perder fuentes de energía tampoco tiene que ver. Apuesto por un hackeo de la Junta, que le iba a quitar la luz a León y se le fue la mano con el apagón general. Así no hay que se ponga de acuerdo con las fiestas autonómicas.