Era junio y todo olía a rosas

El otro día se quejaba un hostelero mallorquín de que la clientela este verano en su local se pide consumiciones para compartir en vez de gastarse el dinero que se gastaba antes. El poder adquisitivo de la gente de a pie, esa que llena las terrazas en los lugares de veraneo, está bajando de manera alarmante. En este país, y en Europa en general, los ciudadanos gastan cada vez más en la cesta de la compra y la vivienda y cada vez queda menos para el ocio. Eso parece que, de momento, no se nota demasiado en las zonas turísticas de nuestra región pero no hay que perder el foco de lo que supone esta inercia en un municipio como León enfocado cada día más al turismo. El total de personas desempleadas inscritas en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal al término del mes de julio en la provincia de León se ha incrementado en 148. El incremento del paro en León tuvo como eje el sector servicios. Creo que si el turismo va a ser el principal vector económico de la ciudad habrá que darle un plus de calidad y enfocarlo a la cultura, algo que sobra por aquí. Solo la tapa barata ya no vale.