La pequeña casa-milagro de Yeres, salvada 'in extremis' del incendio
“Hemos vuelto al pueblo y vemos que nuestro paraíso se ha quedado reducido a cenizas”, lamenta una vecina de la localidad berciana de Yeres al regresar a su vivienda tras el gran incendio que arrasó Las Médulas
“De mi casa para arriba no queda nada. Hemos vuelto al pueblo y vemos que nuestro paraíso se ha quedado reducido a cenizas”. Así se lamenta una vecina de Yeres, Raquel, recién retornada al pueblo tras el desalojo forzoso por la proximidad de las llamas, de las que su casa, afortunadamente, se ha librado.
En su fachada ha colocado una gran pancarta con una frase: ‘Nunca más’. “Es lo que queremos. Lo he puesto en mi casita-milagro. Quizá esto se podría evitar. Patrimonio es algo más que cuidar el monte, es escuchar a la gente que siempre ha vivido ahí. Hay gente que sabe cómo tiene que estar el monte y patrimonio es proteger a la gente”, explica a Ical después de recordar, todavía con tensión, que las llamas llegaron prácticamente a la puerta de sus casa.
Agradece el trabajo del operativo contra incendios y dirige sus reflexiones a las instituciones. “Nos sentimos muy solos, en general. Yo creo que mi pueblo está solo desde hace mucho tiempo. La España vaciada es la España olvidada” lamenta y lanza un ruego: “Que no se olviden más de nosotros, porque vamos a seguir estando ahí. Aunque hemos tenido muy mala suerte, seguimos estando. Pirómanos ha habido y habrá. Nos tienen que proteger y tienen que escuchar a la gente”, insiste.
"El daño es incalculable"
Asegura que está “harta” de oír hablar de competencias entre administraciones y menciona, a modo ejemplo, que en primavera la junta vecinal solicitó una bulldozer y una retro-excavadora para limpiar caminos y hacer cortafuegos que nunca llegaron. “Mi pueblo lo han quemado. Tenemos la suerte de que no ha ardido ninguna casa, como ha pasado en Médulas, pero el daño es incalculable".
Esto se puede prevenir… no sé, quizá una balsa de agua. No tenemos ni una gota de agua para apagar el fuego. Es que no tenemos ni vías de comunicación”, comenta y apela también a un diálogo y entendimiento entre administraciones que ni siquiera se consigue a veces entre las más próximas.
El paraje de Las Médulas, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, está repartido entre los municipios Puente Domingo Flórez, Borrenes y Carucedo. “Estamos en una esquinita de Castilla y León y tenemos que ponernos de acuerdo. Es que creo que no somos conscientes de lo que hemos perdido. Mientras uno barre para su casa y otro para la suya, hemos ardido todos. Por favor, que hablen” reclama.