El Ourense empata en el último suspiro y frustra al Astorga (1-1)
La tarde en La Eragudina prometía emociones con un equipo local convencido de sus posibilidades. El Atlético Astorga, impulsado por su reciente victoria y el aliento de su afición, saltó al campo convencido de una nueva victoria. Desde el pitido inicial se notó que el equipo maragato quería llevar el peso del partido. La presión alta y la intensidad en la recuperación del balón fueron las claves del arranque maragato.
Apenas habían transcurrido diez minutos cuando llegó el primer estallido. Una jugada trenzada por la banda derecha terminó en los pies de Mario, que no perdonó ante el meta ourensano. Su disparo ajustado al poste puso el 1-0 y encendió a la hinchada local. El Astorga se adelantaba pronto y lo hacía con autoridad, mostrando una imagen sólida y ambiciosa.
Control y esfuerzo hasta el descanso
El gol dio confianza al conjunto de Lago, que siguió buscando la portería rival con criterio. Ayub y Adri Álvarez manejaban el centro del campo, mientras la zaga mantenía a raya los intentos de Ourense UD, que apenas lograba inquietar a Sergio bajo palos.
El primer tiempo se cerró con el marcador favorable para los maragatos, que se marcharon al vestuario entre aplausos. La sensación era que el Astorga tenía el partido donde quería, con el ritmo y la posesión de su lado.
Segunda parte de resistencia y tarjetas
La reanudación trajo un partido más trabado. El Ourense dio un paso adelante, obligado por el resultado, mientras el Astorga empezó a notar el desgaste físico de su esfuerzo inicial. Los visitantes intentaban generar peligro por bandas, pero el conjunto local resistía bien organizado en defensa.
El choque se fue endureciendo, y las tarjetas comenzaron a aparecer. Cada falta y cada balón dividido se disputaban como si fuera el último.
Para refrescar al equipo, el técnico local introdujo un doble cambio en el minuto 71, intentando aportar aire nuevo al centro del campo. Poco después, en el 85’, llegarían más sustituciones para asegurar el resultado. Todo parecía encaminado hacia una victoria sufrida pero merecida.
Gamarra aparece en el 90’
Sin embargo, el fútbol volvió a demostrar que no entiende de merecimientos. Cuando el reloj se acercaba al minuto 90, y el Astorga ya acariciaba su segunda victoria consecutiva, el Ourense encontró su premio. En una jugada rápida por la izquierda, el balón quedó suelto en la frontal del área y Gamarra, recién incorporado al ataque, sacó un zurdazo imparable que se coló en la portería de Sergio.
El tanto silenció a La Eragudina. De la euforia se pasó a la incredulidad en apenas un segundo. El 1-1 cayó como un jarro de agua fría sobre un equipo que había hecho casi todo bien durante el partido.
Con el pitido final, los jugadores del Astorga se quedaron con gesto de frustración.