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El incómodo vecino de Los Cubos

Los vecinos piden al Ayuntamiento que ejecute la expropiación de un inmueble en estado de ruina y que amenaza con 'despegarse' de la muralla | La 'liquidación' del edificio estaba comprometida pero ahora aparece paralizada

En pleno corazón histórico de León, dos antiguas viviendas permanecen adosadas a la muralla romana como vestigios de un urbanismo que ignoró durante décadas el valor del patrimonio. Las casas situadas en los números 9 y 29 de la avenida de los Cubos, únicas supervivientes de una alineación desaparecida, están en el punto de mira del Ayuntamiento, que mantiene desde hace años su voluntad de expropiarlas.

Fueron construidas en una época en la que el respeto por el legado romano no figuraba entre las prioridades urbanísticas. Hoy, su presencia junto a la muralla tardorromana resulta incompatible con los planes de revalorización del casco histórico.

Una expropiación en punto muerto según los vecinos

A pesar de que la Comisión de Urbanismo aprobó recientemente el inicio del expediente para la expropiación de ambas parcelas, el proceso parece haberse estancado. Según denuncian los vecinos del entorno, el caso del número 9 ha quedado fuera del avance previsto y no se está ejecutando como se esperaba.

La vivienda, claramente deteriorada, presenta un grave estado de abandono. La fachada muestra signos visibles de desgaste y la cubierta amenaza con colapsar. “Es urgente que se elimine por su crítico estado”, advierten desde el vecindario, que ha solicitado que se declare la ruina del edificio y se active la expropiación por vía de urgencia.

Presión vecinal por el entorno de la muralla

Las asociaciones vecinales del barrio han redoblado su presión sobre el Consistorio. Argumentan que la presencia de estas construcciones dificulta no solo la conservación visual de la muralla, sino también la ejecución completa del cinturón peatonal proyectado para esta zona.

El Ayuntamiento de León plantea crear un amplio corredor peatonal que conectará desde Ramón y Cajal hasta la Catedral, pasando por la Era del Moro, el entorno del Molino Sidrón y la plaza del Espolón. El tramo final se integrará con la parte ya peatonalizada de la avenida de los Cubos.

Los vecinos recuerdan que la eliminación de las viviendas es esencial para “dar visibilidad a la muralla” y facilitar la continuidad del proyecto, que incluye zonas verdes, pavimento a nivel único, bancos, iluminación moderna y accesos pensados para personas con movilidad reducida, además de permitir el paso ocasional de vehículos de emergencia o residentes.