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El intercambiador de Eras se activa como nodo del Buscyl mientras León prepara la salida definitiva de los ‘azules’ del casco urbano

El intercambiador de Eras se activa como nodo del Buscyl mientras León prepara la salida definitiva de los ‘azules’ del casco urbano

El intercambiador de Eras de Renueva avanza hacia su puesta en marcha como centro operativo del transporte metropolitano. La instalación, anunciada como pieza clave en la reorganización de la movilidad, incorpora ya las marquesinas del servicio Buscyl, último elemento que faltaba para recibir a las 37 líneas dependientes de la Junta de Castilla y León.

Estas estructuras se suman a la denominada pérgola bioclimática, una inversión de 1,8 millones de euros que ya cuenta con paneles solares para alimentar los puntos de recarga del aparcamiento anexo. Con ello, el Ayuntamiento de León y la administración autonómica avanzan —pese a que aún no existe un modelo definitivo— hacia un esquema de transporte en el que Eras asumirá un protagonismo que hasta ahora recaía sobre la saturada plaza de Santo Domingo.

Adiós a los interurbanos por el centro

Mientras el intercambiador se equipa, el Ayuntamiento de León acelera el plan para retirar los autobuses interurbanos —conocidos como ‘azules’— del casco urbano. Los técnicos han diseñado un esquema que reducirá de 130 paradas actuales a apenas cinco puntos estratégicos, entre ellos el propio intercambiador de Eras, la estación de autobuses y otros tres o cuatro lugares en la periferia.

La previsión es que esta restricción entre plenamente en vigor en marzo de 2026, cuando los viajeros metropolitanos deberán realizar transbordo a los buses urbanos si desean acceder al centro de la ciudad.

El alcalde José Antonio Diez justifica la medida como “necesaria para corregir una situación irregular que no se da en ninguna otra ciudad española”. Recuerda que las autorizaciones que permitían a los interurbanos circular libremente por León caducaron en 2019 y llevan seis años sin regularización.

Un conflicto de modelo y costes

El debate trasciende lo urbano y entra de lleno en lo económico. El Consistorio denuncia una “competencia desleal” derivada de que los usuarios de los autobuses metropolitanos no paguen dentro de la ciudad gracias a la tarjeta Buscyl, mientras que quienes usan los urbanos —los conocidos ‘rojos’— sí abonan billete.

“Es imposible sostener un servicio en igualdad de condiciones cuando un operador ofrece viajes gratis en el interior de la capital”, señalan fuentes municipales.

Frente a la postura del Ayuntamiento, la Junta había propuesto mantener unas 70 paradas urbanas para los interurbanos, una cifra que el gobierno municipal rechaza de forma tajante.

Un modelo a la espera de integración

La coordinación total entre servicios urbanos y metropolitanos sigue dependiendo de un proyecto aplazado durante años: el consorcio de transporte metropolitano, impulsado en su día por la Junta bajo la responsabilidad de Juan Carlos Suárez-Quiñones. Su creación permitiría unificar rutas, tarifas y competencias, pero continúa sin fecha.

Mientras tanto, la instalación de las nuevas marquesinas Buscyl en Eras de Renueva marca un paso decisivo: el intercambiador está ya listo para asumir el flujo de viajeros que definirá el nuevo mapa de movilidad y que, por primera vez, sacará a los ‘azules’ del corazón de León.