León eliminará la mayoría de las paradas de los 'autobuses azules' en la ciudad por ser una anomalía "a la que hay que poner fin"
El Ayuntamiento de León prepara un drástico cambio en la movilidad metropolitana: los autobuses interurbanos de color azul, que conectan la capital con municipios del alfoz, verán limitada su presencia en las calles céntricas de la ciudad.
La decisión, defendida por el alcalde José Antonio Diez, busca “corregir una anomalía que no ocurre en ninguna otra ciudad española”.
Competencia con el servicio urbano
El equipo de gobierno considera que los conocidos como ‘azules’ representan una competencia desleal frente a la concesionaria del transporte urbano. Actualmente, estos vehículos cuentan con cerca de 130 paradas distribuidas por toda la ciudad, incluidas varias en pleno centro, lo que según el Consistorio genera un “uso irregular” de la vía pública.
Un modelo fuera de norma
En la mayoría de capitales españolas, el transporte metropolitano tiene como destino las estaciones de autobuses o intercambiadores periféricos.
En León, sin embargo, las concesiones que permitían a los interurbanos circular libremente caducaron en 2019, pero se han mantenido de facto hasta ahora. El Ayuntamiento considera imprescindible poner fin a esa situación y lo hará en base a una nueva norma administrativa que ya se desarrolla.
Calendario de aplicación
El recorte será drástico: de las casi 130 paradas actuales se pasará a apenas una decena, repartidas en puntos estratégicos de la ciudad. El plazo fijado para que la medida entre en vigor es a partir de marzo de 2026, según fuentes municipales.
El consorcio interurbano, pendiente
Diez recordó durante una entrevista en Radio León que desde hace años se busca constituir un consorcio que integre transporte urbano y metropolitano, un proyecto que avanzó cuando Juan Carlos Suárez-Quiñones era consejero de Fomento de la Junta de Castilla y León, pero que ha quedado “paralizado por completo” tras su salida de esas competencias.
La Junta solicitó recientemente mantener 70 paradas en la ciudad respecto a las casi 130 actuales algo que el Ayuntamiento ha rechazado reduciendo esa cantidad a apenas diez paradas en las que será obligatorio dejar 'un azul' para subirse a un bus 'rojo'.