El radar de la discordia en Eras de Renueva: críticas vecinales y dudas sobre su ubicación
Desde el pasado 19 de junio, una sucesión de destellos nocturnos llaman la atención de vecinos, conductores y transeúntes de Eras de Renueva. Son los fogonazos del nuevo radar instalado en la calle Padre Isla, a la altura del centro deportivo Supera, en una vía limitada a 30 kilómetros por hora pero con cuatro carriles que sugieren una velocidad mayor.
Pese a que su puesta en funcionamiento ha sido discreta, sus efectos no han pasado desapercibidos: protestas ciudadanas y el inicio de un debate político sobre su necesidad y justificación.
Zona tranquila, sin viviendas ni siniestros
Lo que más sorprende a los usuarios habituales de la zona es la aparente falta de motivos técnicos o de seguridad para instalar un radar en este tramo.
“Nos perjudica a todos y no beneficia a nadie”, afirma Marta Díez, usuaria del centro deportivo colindante, quien cuestiona que se haya colocado en un área sin viviendas, sin notable tránsito peatonal ni historial de accidentes relevantes.
En contraste, señala otras zonas más conflictivas: “No se entiende que esté aquí y no en Reyes Leoneses, donde ha habido varios atropellos con heridos graves”.
“Van a pillar”: sospechas de afán recaudatorio
Las dudas también llegan desde el tejido comercial de la zona. Una trabajadora del nuevo supermercado instalado a pocos metros lo resume con contundencia: “Sólo se explica por un tema recaudatorio. Van a pillar”.
Y no es la única que lo piensa. Según el contrato suscrito con la empresa Kapsch (antigua Telvent), esta percibe un importe fijo de 588.210 euros al año, además de incentivos por cada multa que supere las 600 mensuales: 2,5667 euros por sanción adicional.
La UPL exige explicaciones y propone su retirada
Ante el malestar vecinal, el grupo municipal de la Unión del Pueblo Leonés (UPL) ha pedido explicaciones en el Ayuntamiento. En concreto, reclama los informes técnicos que avalan la ubicación del radar en ese punto concreto.
Asimismo, la formación ha solicitado que se haga público el número de accidentes o incidentes viales registrados en la zona, como argumento para justificar –o desmentir– su necesidad.
En última instancia, y en ausencia de datos que lo sustenten, la UPL ha instado formalmente en el pleno municipal a que el radar sea retirado.
Mientras, cada noche el paso en ese punto "parece una discoteca", según los propios vecinos.