El rock de 'Deshonra' irrumpe en la prisión de León ante 300 internos
El rock rompió este fin de semana los muros del Centro Penitenciario de León, en Mansilla de las Mulas, con un concierto protagonizado por el grupo Deshonra, que actuó ante cerca de 300 internos en una de las iniciativas culturales más singulares celebradas recientemente en la prisión.
La actuación, organizada dentro de las actividades socioculturales del centro, convirtió por unas horas el recinto penitenciario en una sala de conciertos, con guitarras eléctricas y letras directas como hilo conductor de una jornada distinta tanto para los reclusos como para los propios músicos.
Un hito para la banda
Para Deshonra, la cita supuso un momento especialmente significativo en su trayectoria. Tras el concierto, el grupo compartió un mensaje en redes sociales en el que definía la experiencia como “mágica y cruda a partes iguales”, subrayando el impacto emocional de tocar en un contexto tan poco habitual.
“Tocar para 300 presos ha sido sin duda uno de nuestros mayores hitos”, señalaron los integrantes de la banda, que reconocieron que la actuación quedará como una de las grandes anécdotas de su historia musical.
Rock, emoción y mensaje
Aunque no se difundieron imágenes del concierto por las limitaciones propias del entorno penitenciario, el grupo aseguró que la conexión con el público fue total desde los primeros acordes. Las canciones, cargadas de energía y mensaje, encontraron eco entre los internos, que respondieron con atención y respeto durante toda la actuación.
El mensaje de despedida del grupo fue claro y cargado de simbolismo: “Por siempre libertad, quedáis en nuestros corazones compañeros y compañeras”, una frase que resume el espíritu de una actuación marcada por la cercanía humana más allá de los barrotes.
Y todo para finalizar con un contundente: "Nos veremos pronto, pero fuera!!!".