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Urraca I revive en el Auditorio

La compañía Trovador Leonés lleva a escena este 5 de noviembre la vida de la primera mujer que gobernó en solitario los reinos de León y Castilla, una figura adelantada a su época que el historiador Jiménez de Rada calificó como "temeraria"
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Urraca I de León (1081-1126), una mujer única en el ámbito europeo.

Fue reina, madre, estratega y, sobre todo, una mujer que gobernó en un mundo de hombres. Urraca I de León (1081-1126) no solo heredó el trono de su padre, Alfonso VI, sino que lo defendió con tenacidad frente a traiciones, guerras y matrimonios impuestos. Su vida, llena de episodios de poder, amor y resistencia, servirá de inspiración para la representación teatral “Un trono para una mujer leonesa: Urraca I”, que se estrenará el miércoles 5 de noviembre a las 20:30 horas en el Auditorio Ciudad de León.

La obra, producida por la compañía Trovador Leonés, recrea el momento crucial en el que Alfonso VI, enfermo y sin heredero varón tras la muerte de su hijo Sancho en la batalla de Uclés (1108), decide que sea su hija quien asuma la corona. Aquella decisión, tomada en Toledo poco antes de su muerte en 1109, transformó la historia política de la Península Ibérica y dio origen a uno de los reinados más singulares de la Edad Media.

Una reina adelantada a su siglo

Nacida hacia 1081, Urraca de León fue la única hija legítima de Alfonso VI y Constanza de Borgoña. Aunque su padre anhelaba un sucesor varón, el destino quiso que la joven heredara un trono que la mayoría de los nobles no concebían en manos de una mujer.

Casada en primeras nupcias con Raimundo de Borgoña, Urraca demostró desde joven una fuerte personalidad política, participando junto a su esposo en la concesión de fueros —como el de Compostela en 1105— y en decisiones de gobierno que ya evidenciaban su carácter decidido y su inteligencia estratégica.

La muerte de Raimundo y de su medio hermano Sancho la situaron como única heredera de León, Castilla y Galicia, uniendo en su persona tres coronas que debía defender no solo de los enemigos externos —almorávides y aragoneses—, sino también de las intrigas internas y del peso de una sociedad que no concebía una mujer al frente de un reino.

Entre la política y la tragedia personal

Obligada a contraer segundas nupcias con Alfonso I de Aragón, conocido como El Batallador, su matrimonio se convirtió en una pesadilla de enfrentamientos, celos y violencia. Las crónicas apuntan a que Urraca fue maltratada por su esposo, quien intentó apartarla del poder e incluso amenazó la vida de su hijo, Alfonso Raimúndez, fruto de su primer matrimonio.

Lejos de rendirse, la reina logró repudiar al aragonés en 1110 y recuperar el control de su reino. Desde entonces gobernó con plena independencia, enfrentándose a campañas militares, alianzas rotas y continuas revueltas nobiliarias. Su relación posterior con el conde Pedro González de Lara fue tan polémica como su propio reinado, pero reflejó su libertad personal y su capacidad de decisión en un tiempo en que las mujeres eran simples piezas dinásticas.

Falleció en Saldaña el 8 de marzo de 1126, posiblemente durante un parto, tras casi dos décadas de gobierno efectivo. Su legado, marcado por la valentía y la resistencia, la consagró como la primera reina que gobernó con autoridad plena en Europa occidental.

El Auditorio revive su historia

El montaje de Trovador Leonés se desarrolla en los últimos días de Alfonso VI, cuando el monarca, herido y envejecido, reflexiona sobre la continuidad del reino tras la pérdida de su hijo. El guion, con un tono histórico y emotivo, muestra las tensiones de la curia regia ante la posibilidad de coronar a una mujer, la firmeza de Urraca al asumir su destino y los dilemas políticos que marcaron el inicio de su reinado.

La obra coincide con el inicio de los actos conmemorativos del 900 aniversario de la muerte de Urraca I, una efeméride que busca reivindicar su papel en la historia del Reino de León y en la consolidación de la monarquía peninsular.

Las entradas para “Un trono para una mujer leonesa: Urraca I” están disponibles desde el 31 de octubre, de lunes a viernes, en la taquilla del Auditorio Ciudad de León, en horario de 9:00 a 14:00 horas.

Un legado vivo

La figura de Urraca I, frecuentemente eclipsada por los reyes que la precedieron o sucedieron, ha sido recuperada en los últimos años por historiadores como María del Carmen Pallares Méndez, quien destaca su papel pionero en el ejercicio del poder femenino en la Edad Media.

Hoy, nueve siglos después, la historia de aquella reina que firmaba sus decretos “como hija del Emperador Alfonso y reina de toda España” regresa a escena para recordar que León fue cuna del primer trono ocupado por una mujer en la Europa medieval.