León conquista Madrid con brasas y buey
Durante dos semanas, El Capricho, el icónico restaurante leonés de José Gordón, cambia el silencio de Jiménez de Jamuz por el bullicio de Madrid. Del 5 al 19 de junio, el prestigioso asador se instala en el Jardín del Palacio de los Duques, un enclave neoclásico convertido en escenario culinario para rendir homenaje al fuego, la tierra y el origen.
La propuesta, en forma de dos menús exclusivos, pretende trasladar la filosofía de El Capricho al corazón de la capital, manteniendo su sello de autenticidad: carnes de buey maduradas artesanalmente, productos de temporada del Valle del Jamuz y una cocina basada en el respeto a los ciclos naturales.
Un restaurante leonés entre los mejores del mundo
El Capricho no es solo un embajador de León en Madrid, sino un referente internacional. Recientemente ha sido reconocido como el sexto mejor restaurante de carne del mundo por el prestigioso ranking 101 Best Steak Restaurants, elaborado por expertos internacionales a través de evaluaciones anónimas.
En esa clasificación, se tienen en cuenta 28 criterios, desde la calidad del producto hasta la coherencia del concepto. El Capricho ha brillado en todos ellos, situando a la gastronomía leonesa —y al propio José Gordón— en el epicentro global de la cocina cárnica.
Una bodega excavada, un templo de la carne
Ubicado en una bodega excavada en tierra en Jiménez de Jamuz, El Capricho es mucho más que un restaurante: es un homenaje a la tradición rural y a la cultura gastronómica leonesa. Allí, entre muros centenarios, se cocinan lentamente piezas únicas de carne de buey sobre brasas de encina, en un proceso que mezcla conocimiento ancestral, paciencia y respeto absoluto por el animal.
Desde chuletas ceremoniales hasta carpaccios madurados o steak tartares artesanales, cada plato es una oda a la sencillez y al sabor profundo.
Más que carne: producto, territorio y sostenibilidad
La propuesta de El Capricho trasciende la carne. En su carta también tienen protagonismo los productos hortícolas del Valle del Jamuz: espárragos, berros, pimientos o setas silvestres, que completan la experiencia desde el mismo compromiso con el entorno.
A esta apuesta se suma Bodegas Gordón, una iniciativa paralela que recupera la tradición vitivinícola del valle, consolidando la sinergia entre territorio, producto y sostenibilidad.
José Gordón, la voz del arraigo gastronómico
El reconocimiento internacional de El Capricho es inseparable de su artífice, José Gordón, figura habitual en foros como Madrid Fusión o el Basque Culinary Center. Firme defensor del medio rural y de la cocina lenta, su discurso contrasta con las prisas del consumo moderno y apuesta por el tiempo, el respeto y la identidad.
Las cifras hablan de un éxito sólido: más de 830.000 comensales atendidos, 15.000 kilos de chuleta servidos al año y 3.000 visitas guiadas anuales convierten a El Capricho en una referencia gastronómica y cultural que lleva el nombre de León por todo el mundo.
Ahora, Madrid será durante unos días el escenario donde las brasas leonesas brillen con luz propia. Un Capricho que huele a encina, sabe a origen y suena a tierra.

