Tres meses sin respuestas en el caso de Marianna R.O.
Este lunes se cumplirán tres meses de la muerte de Marianna R.O., paraguaya de 44 años que llevaba apenas un mes residiendo en León. Fue hallada agonizante en la calle Vicente Alexandre de Villaobispo de las Regueras (Villaquilambre) durante la madrugada del 22 de junio. Murió poco después a consecuencia de una hemorragia interna severa, según confirmó la autopsia practicada por el Instituto de Medicina Legal de León.
El caso, instruido inicialmente por el Juzgado de Instrucción número 4 de León, permanece rodeado de incógnitas. Ni la Policía Local de Villaquilambre ni la Guardia Civil han conseguido aportar pruebas que aclaren del todo lo ocurrido aquella noche.
De posible crimen a accidente de tráfico
Lo último que se sabe es que la Guardia Civil de Tráfico ha asumido las pesquisas tras concluirse que no existen indicios que sostengan una hipótesis criminal. La investigación, que hasta ahora había recaído en la Policía Judicial, pasa a considerarse un accidente de tráfico con resultado de muerte y sin autor conocido.
Esta decisión supone un giro en el caso, después de que durante semanas se barajase la posibilidad de una agresión previa o la manipulación de la escena, al no hallarse restos claros de un atropello en el lugar de los hechos.
El testigo bajo la lupa
La pareja de Marianna fue el único testigo presencial. En su primera declaración aseguró que un coche oscuro los embistió y se dio a la fuga cuando regresaban de una barbacoa. Más tarde, en una segunda versión, admitió no recordar con precisión ni el modelo del vehículo ni el número de ocupantes, lo que sembró dudas en los investigadores.
A pesar de ello, las pesquisas se centraron en localizar un BMW Serie 3 coincidente con las lesiones de la víctima. La Policía Local rastreó hasta 124 vehículos similares en León y su alfoz, pero sin resultados determinantes.
Una investigación en punto muerto
El paso del tiempo ha enfriado la causa. No se han hallado fragmentos de carrocería ni restos de pintura en el escenario, lo que complica la reconstrucción del siniestro. Tampoco hay detenidos ni nuevos testigos que aporten luz.
Marianna, que había residido anteriormente en Las Palmas y Galicia, fue incinerada en León en un acto íntimo. Su muerte deja tras de sí un caso aún abierto judicialmente, pero con cada vez menos margen para esclarecer si se trató de un atropello fortuito o si hubo algo más detrás de aquella madrugada.