El Abanca Ademar resiste en Pamplona y suma un punto que puede valer Europa
El Abanca Ademar León firmó una primera parte de alto nivel en Pamplona. Desde el pitido inicial, los de Dani Gordo marcaron territorio con una defensa sólida y un ataque fluido, liderado por un inspirado Carlos Álvarez.
El joven jugador leonés, con vínculos familiares en el banquillo rival, firmó un primer acto notable que, junto al trabajo coral del bloque, permitió al Ademar despegarse en el marcador (7-11, m.18).
El Helvetia Anaitasuna, que lucha por evitar el descenso, no se rindió y apretó en el tramo final del primer tiempo. Aun así, el Ademar se fue al descanso con una ventaja merecida (13-15), tras una primera mitad en la que demostró su solidez pese a algún error no forzado.
Reacción local y temple leonés
En la segunda parte, el Helvetia incrementó la intensidad en defensa y fue capaz de frenar parcialmente el ritmo ofensivo leonés. Las intervenciones de Santamaría en portería y el acierto de los hermanos Moreno permitieron a los locales remontar y ponerse por delante por primera vez desde los primeros compases del partido (22-21, m.47).
Las claves del partido

Sin embargo, el Ademar no se descompuso. Supo manejar la presión ambiental y reaccionó con madurez. El acierto desde los siete metros y los goles de Darío desde el extremo devolvieron la igualdad (23-23, m.55), justo cuando el partido alcanzaba su clímax.
Final de infarto y punto con valor europeo
El desenlace fue vibrante. La roja directa a Wasiak por un golpe a Cancio marcó un momento clave. El Helvetia lo intentó con todo, empujado por su afición, pero el Ademar resistió con orden. A 28 segundos del final y con el balón en su poder, los árbitros decretaron falta técnica local, devolviendo la posesión a los leoneses.
Aunque la última ofensiva no se tradujo en gol, el empate (24-24) deja al Ademar con sensaciones positivas. Pudo ser una victoria, sí, pero en una liga tan ajustada, cada punto cuenta. Y este, en Pamplona, puede ser el que abra la puerta a Europa.