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Pacma pide poner fin a las matanzas tradicionales: "Banalizan la muerte de los animales"

La formación animalista cuestiona su legalidad, envía quejas formales a Puente Almuey, Puebla de Lillo y la Junta y alerta del impacto educativo y social de exhibir la evisceración de un cerdo ante menores

Matanza-cerdo
Pacma pide el fin de las tradiciones que implican despiece público de animales con dos escritos de queja a Puente Almuey y Puebla de Lillo.

El Partido Animalista Pacma manifestó este miércoles su rechazo a los eventos celebrados recientemente en Puente Almuey y Puebla de Lillo, en la provincia de León, donde se llevó a cabo el despiece público de cerdos a su llegada del matadero, y pide el fin de las tradiciones que impliquen el despiece público de animales.

Según esgrime la formación en su escrito de queja ante ambos ayuntamientos leoneses, emitido también ante la Junta de Castilla y León, se trata de una práctica que, aunque no incluya la matanza ‘in situ’ del animal, "continúa transmitiendo la idea de que los animales son cosas y no individuos".

La normativa vigente

La formación política ha cuestionado la legalidad de ambos eventos y afirma que estas actividades podrían vulnerar la normativa vigente en materia de protección animal y sanidad, incluida la regulación estatal y europea sobre el bienestar de los animales en el momento de la matanza así como la Ley de Sanidad Animal y la Ley sobre su explotación, transporte y sacrificio, además de otras disposiciones sanitarias y autonómicas.

Desde Pacma explican que es "imprescindible reconvertir las tradiciones que se basan en la exposición pública de la evisceración y manipulación de animales", especialmente cuando estas actividades se realizan delante de niñas y niños. Advierten de que este tipo de espectáculos "normalizan la violencia hacia los animales, refuerzan la idea de que son recursos a utilizar y no seres sintientes, y perpetúan modelos culturales que la sociedad española está dejando atrás".

Banalización de la muerte

Pacma subraya que defender la cultura "no puede significar mantener prácticas que generan sufrimiento o banalizan la muerte de un animal", y que las administraciones públicas "tienen la responsabilidad de promover celebraciones respetuosas, educativas y acordes a la sensibilidad social actual".

La formación animalista solicitó a los ayuntamientos implicados que no vuelvan a autorizar este tipo de actividades y que trabajen para sustituirlas por alternativas libres de maltrato animal.