Con un herido grave y un fallecido "emití diez llamadas con el teléfono particular y dos con el oficial... nadie contestó (...) El Puesto de Mando estaba en un lugar sin cobertura (…) Sacamos al herido al camino y pedimos su evacuación... nadie llegó (…)"
El Ayuntamiento de Castrocalbón ha enviado a la Fiscalía un informe en el que reclama que se depuren responsabilidades por lo que considera “graves irregularidades” cometidas en la dirección del incendio forestal de Molezuelas de la Carballeda, un siniestro que el pasado verano arrasó buena parte del término municipal.
El documento, aprobado en pleno, remarca que viviendas, explotaciones agrícolas y ganaderas, maquinaria y montes quedaron “gravemente dañados”, afectando a decenas de familias y dejando a las Juntas Vecinales sin recursos esenciales como madera, caza o aprovechamientos micológicos.
Testimonios que denuncian “imprudencias” y carencia de medios
El dossier -al que ha tenido acceso Heraldo de León- se fundamenta en los testimonios voluntarios de varios agentes medioambientales de la comarca de La Bañeza. Según el Ayuntamiento, estos trabajadores expresaron su “preocupación por decisiones totalmente imprudentes”, además de señalar la falta de medios y la descoordinación entre el Puesto de Mando Avanzado (PMA) y los Centros Provinciales de Mando de León y Zamora.
Uno de los agentes asegura que el 10 de agosto comprobó que “no había ningún medio de extinción trabajando en el flanco norte”, mientras que otro relata que, pese a pedir refuerzos durante horas, “solo llegaron dos bulldozers de madrugada”. También se recoge, según el informe, que desde el mando provincial se respondió a una petición de ayuda con la frase: “No está previsto enviar ningún medio a esa zona”.
La expansión del fuego
El documento señala que varios rebrotes se propagaron sin control ante la ausencia de personal en puntos críticos. Según el informe del Ayuntamiento, en algunos momentos “los vecinos se quedaron prácticamente solos intentando contener el fuego con tractores, mochilas extintoras y batefuegos”.
Uno de los testimonios describe que una “lengua de fuego que no pudo cerrarse por 20 metros” avanzó con rapidez, cruzó el río Eria y acabó provocando la muerte de dos voluntarios que trabajaban en la extinción en el municipio vecino de Quintana y Congosto.
Un PMA “sin cobertura” y a más de 14 kilómetros del frente
El informe también critica la ubicación del Puesto de Mando Avanzado, que según los agentes se situó “en un punto sin cobertura, sin visión del incendio y a más de 14 kilómetros del frente principal”. Esta circunstancia habría dificultado gravemente la gestión, generando retrasos en la llegada de medios aéreos y maquinaria pesada.
Vecinos y participantes en el operativo aseguran que, en momentos críticos, fue “muy difícil o imposible comunicarse con el PMA”, lo que habría permitido que el incendio alcanzara “dimensiones jamás vistas”.
El segundo agente describe un operativo sin comunicación
El informe remitido a la Fiscalía incorpora además el testimonio completo de un segundo agente medioambiental que participó en la extinción entre el 10 y el 13 de agosto de 2025. Su relato coincide con las críticas ya expuestas y aporta situaciones adicionales que, a su juicio, evidencian fallos de coordinación.
“No tuve comunicación con el PMA”
El agente sostiene que el 11 de agosto, tras trabajar “toda la noche previa”, no logró contactar con el Puesto de Mando Avanzado porque “se había situado en un punto sin cobertura”. Afirma que pidió repetidamente “refuerzos y descargas aéreas”, pero que “no tuvo respuesta alguna de los mandos del incendio”, incluso cuando las llamas “ya pegaban al pueblo de Congosta”.
Según consta en el documento, solicitó al Centro Provincial de Mando la evacuación o el confinamiento de los vecinos, obteniendo “la negativa de sus mandos”.
Guardia Civil y Protección Civil actúan ante la falta de órdenes
El testimonio relata que, a las 17:09, recibió la llamada de la Comandancia de Zamora para recabar información. Minutos después, cuatro agentes de la Guardia Civil y dos voluntarios de Protección Civil se desplazaron al lugar, evacuaron a las personas en mayor riesgo y sacaron el ganado de una nave amenazada por el frente.
Gracias a su actuación, y al esfuerzo de los efectivos presentes, se logró frenar el avance del fuego hacia la zona habitada.
El PMA rechaza escuchar al agente y permanece en un punto sin cobertura
El agente afirma que esa misma noche, ya a las 21:30, acudió al PMA para informar de lo ocurrido y trasladar su indignación por la ausencia de medios. Asegura que “no se le quiso escuchar” y se le ordenó retirarse. Al día siguiente —según su relato— los mandos volvieron a operar desde la misma ubicación sin cobertura, pese a haber solicitado que se trasladara el centro de operaciones a un punto con comunicaciones.
Una jornada marcada por errores, confusión de mandos y falta de respuesta
El 12 de agosto regresó al incendio y trabajó junto a dos agentes y una técnica de la Junta. Según describe, se produjeron nuevos errores cuando la técnica intentó nombrar jefe de extinción a un agente y más tarde asumió ella misma la dirección, dirigiendo los medios terrestres y aéreos.
Más tarde, el declarante acompañó a la técnica hasta el PMA de Molezuelas. De acuerdo con su testimonio, ella no volvió a salir del puesto y le ordenaron a él desplazarse al antiguo polvorín de Villanueva de Jamuz para evaluar la situación. Desde un punto con cobertura realizó seis llamadas al PMA, sin obtener respuesta hasta casi una hora después.
El encuentro con los vecinos, el fallecido y un herido crítico
De camino a Nogarejas, el agente ordenó evacuar a varios vecinos que habían quedado atrapados por el cambio del viento. Tras acompañarlos a zonas seguras, recogió a uno de ellos y se dirigieron a buscar a su hermano, que trabajaba con una motoniveladora. Lo encontraron fallecido en el exterior de la motoniveladora a causa de las llamas.
Instantes después, otro hombre le alertó de que había un herido muy grave. El agente acudió al lugar, asistió al quemado, le ofreció agua y trató reiteradamente de contactar con medios de auxilio. Según su relato, entre las 19:49 y las 20:00 realizó doce llamadas —diez con su móvil personal y dos con el oficial— sin obtener respuesta hasta las 20:01. La única respuesta efectiva fue la del 112, desde donde recibió respuesta de inmediato.
Auxilio sin asistencia sanitaria y un operativo exhausto
Una vez transmitida la información y solicitudes, volvió con el herido. “Estuvo brevemente ahí y al ver que el tiempo apremiaba, volvió con su vehículo oficial en dirección a La Bañeza para ver qué medio de asistencia se encontraba”.
Durante el trayecto el agente presenció como un coche de la UME venía en su dirección, “les paró y solicitó ayuda. Juntas, las cuatro personas incluyendo al agente, montaron un camastro y envolvieron al quemado con mantas térmicas. Le sacaron andando hacia la carretera para hacerle el menor daño posible y poder estar a mano para las asistencias”. Nunca llegaron las asistencias, “pero apareció un camión de bomberos en el cual se subieron y le pusieron oxígeno”.
Imposible descansar
El Agente estuvo un rato en la zona, con la Guardia civil, el hermano del fallecido, un amigo del mismo y con el superviviente. Volvió a La Bañeza y recibió a las 23:36 “una llamada de la técnico con la que estuvo diciéndoles que se fuese a descansar. El no quiso, no podía. Se mantuvo despierto y a las 1.00 recibió una llamada del Centro Autonómico de Mando y otra a las 1:04, del ya die 13 de agosto. Se le dijo que podía acudir al PMA para informal de la situación, recién trasladado a La Bañeza”.
El agente “se desplazó al PMA y estuvo ayudando a los técnicos a montar el Puesto de Mando Avanzado y a tener claro dónde estaba el perímetro del incendio, ya que era muy poco próximo a la realidad. Estuvo en el PMA trabajando v se retiró a las 06:30 a dormir, volviendo a las 09:00 al PMA para seguir realizando labores de extinción”. “Ante los hechos relatados arriba, considera se cometieron negligencias que tuvieron desenlace catastrófico”.